OPINIÓN: La autoconfianza, factor clave para que un deportista trascienda
Nota del editor: Tanya Bialostozky es consultora en Psicología Deportiva en el Centro de Entrenamiento Mental en el Deporte. Graduada de Fordham University, con estudios en Argentina, México y Estados Unidos. También es especialista en la formación de atletas de alto rendimiento y rehabilitación de lesiones. Síguela en twitter: @LaMessicana
(CNNMéxico) — A lo largo de sus carreras, los deportistas se enfrentan a diversas situaciones de alta presión: su primera competición oficial, la final de un torneo, el momento de tirar un penal o hacer un tiro libre o encarar a un rival de gran dificultad.
Para algunos deportistas, estos son momentos de dudas, de mucha ansiedad o de miedo; para otros, es una oportunidad de salir a hacer lo que saben hacer, de disfrutar de un reto más o de probarse a sí mismos hasta dónde pueden empujar sus límites.
Los psicólogos del deporte han encontrado que el factor más estable y consistente que diferencía a los deportistas exitosos es la confianza.
Los deportistas que confían en su habilidad y experiencia para enfrentar las demandas de la competición y que se centran en su desempeño, son aquellos que alcanzan sus objetivos deportivos, mientras que quienes se autocuestionan y se enfocan demasiado en los resultados generalmente se quedan en el camino.
¿Cómo afecta la confianza al deportista?
La confianza se caracteriza por una convicción de éxito y ayuda a tener emociones positivas útiles, facilitar la concentración adecuada, ponerse objetivos efectivos, aumentar el esfuerzo durante entrenamientos y competencias, enfocarse en las estrategias de juego y mantener un estado de desempeño óptimo. En esencia, la confianza influye en las emociones, los pensamientos y las conductas de los deportistas.
Los deportistas con altos niveles de confianza:
- Se enfocan en lo que está en su control y trabajan para mejorar.
- No tienen miedo a fracasar ya que ven cada derrota como una oportunidad para aprender y superarse, no como el fin del mundo.
- Evalúan su desempeño en términos propios, en lugar de compararse con los demás de manera continua.
- Mantienen la calma bajo presión, lo que les permite ser asertivos a la hora de competir. Se sienten con el poder de manejar sus emociones en lugar de ser dominados por estas.
- Mantienen su atención en el aquí y el ahora, lo que quiere decir que su mente está libre para concentrarse en lo que es importante: la siguiente jugada, la posición de su cuerpo, la ubicación de compañeros y rivales en la cancha, no se enganchan con sus errores pasados ni se distraen con el resultado a futuro.
¿Cuáles son los elementos que pueden contribuir a la confianza de un deportista?
El primero es la preparación, y aquí es fundamental el trabajo de los profesionales que acompañan a los deportistas como entrenadores, preparadores físicos, psicólogos, nutriólogos y utileros. Cuando un entrenador sabe lo que hace, tiene conocimientos y se lo transmite a sus deportistas, generándoles confianza.
En los deportes de conjunto, la confianza en los compañeros es esencial. Por ejemplo: si un jugador pierde el balón, sabe que atrás hay alguien que lo recuperará; si da un pase, sabe que tiene al lado a un compañero para recibirlo. Este tipo de confianza se construye con el tiempo y se logra mediante la unión de grupo y el trabajo de conjunto .
Las experiencias tempranas de éxito también son importantes. No el ganar, sino los mensajes que recibió el deportista por parte de su familia y entrenadores, tales como "yo creo en ti, más allá de cualquier resultado", o algo tan sencillo como "tú puedes".
El apoyo incondicional al ser humano, será siempre fuente de fortaleza para el deportista.
El deporte está lleno de historias de personas que, independientemente de su edad, género, nacionalidad o del juego que practicaban, lograron sobresalir gracias a que siempre creyeron en sí mismos, en sus habilidades y en su preparación, aún en las situaciones más difíciles. Como lo expresa Michael Jordan:
"He fallado más de 9,000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. 26 veces han confiado en mí para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado. He fallado una y otra, y otra vez en mi vida. Pero nunca me he dado por vencido. Y es por eso que he tenido éxito en la vida".
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Tanya Bialostozky.