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OPINIÓN: ¿Sexo?, comienza por el 'sexting'

Ante el aumento de denuncias por agresión sexual, los estudiantes estadounidenses deberían tomar todas las precauciones para estar a salvo
vie 06 diciembre 2013 09:37 AM
sexting celular
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Nota del editor: Roxanne Jones es editora fundadora de la revista ESPN The Magazine y fue vicepresidenta de la televisora ESPN. Da conferencias a nivel nacional sobre deportes, entretenimiento y temas femeninos; recibió el premio a la Mujer del Año 2010 en la categoría de mujeres en el deporte y eventos. Fue una de las autoras del libro: Say It Loud: An Illustrated History of the Black Athlete y directora general de Push Media Strategies.

(CNN) — "Ten cuidado con las chicas estúpidas", le digo a mi hijo. "Solo traen problemas".

Ya saben de qué clase de chicas hablo: las chicas fiesteras, aquellas a las que les encanta llamar la atención. Las chicas que harán lo que sea para que un chico las note, como dice la estrella pop, Pink, en una de sus mejores canciones: Stupid Girls.

A mi hijo le encanta recordarme que el problema es que todos los chicos universitarios están aquí por ser inteligentes. Debo reconocer que es una conversación difícil de sostener, pero no me rendiré. Hay demasiado en juego.

Parece que cada semana nos enteramos de alguna noticia sobre encuentros sexuales en fiestas en las que todos están bebiendo, una chica dice que la violaron y un joven insiste en que hubo consentimiento.

No se equivoquen: ninguna mujer pide que la violen, sin importar qué tan fiestera sea. Pero es muy frecuente que cuando hay alcohol de por medio, ambas partes malinterpreten el significado del consentimiento. Según el Instituto Nacional para el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo de Estados Unidos (NIAA, por sus siglas en inglés), cada año unos 97,000 estudiantes de entre 18 y 24 años son víctimas de agresiones sexuales o de violaciones en citas relacionadas con el alcohol. Esos son solo los casos que se reportan.

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Es comprensible que los padres se preocupen por preparar bien a sus hijos e hijas antes de ir a la universidad. Dedicamos mucha energía a aprender a lidiar con los requisitos académicos y financieros. Dedicamos años a considerar cuáles son las mejores universidades para nuestros hijos. Cuando los aceptan, nos aseguramos de que se vayan con todos los artículos costosos y no tan necesarios que conforman la lista de "Lo que hay que empacar para la universidad". Justo antes de que los dejemos en el campus, nos aseguramos de sostener "La Charla" sobre concentrarse en las calificaciones y de no quedar atrapado en la fiesta.

En mi caso, llené la mochila de mi hijo con unos 300 condones y le dije que tuviera cuidado con las chicas fiesteras pero que se divirtiera, que conociera gente nueva y que se concentrara en lo académico.

Pero sé, por mis años de diversión en la Universidad Estatal de Pennsylvania, que la vida en el campus puede ser confusa hasta para el mejor hijo. Así que le enseñé a lavar su ropa, a hacer sus compras y a cocinar para que no dependiera de nadie más. Pero últimamente me ha preocupado el haber omitido un consejo que actualmente es obligatorio:

Nunca tengas sexo con una chica a menos que te haya enviado un mensaje de texto con el que se demuestre que hubo consentimiento. Es buena idea dar seguimiento a un encuentro sexual con un mensaje de texto de buen gusto en el que comenten lo mucho que disfrutaron estar juntos, aunque no planeen hacerlo de nuevo.

Sé que parece una locura, pero he animado a mi hijo a recurrir al sexting (mensajes de texto con contenido sexualmente explícito) —sin las fotos ofensivas— para protegerse de que lo acusen falsamente de violación. Así como los mensajes incriminadores y las publicaciones en Facebook ayudaron a condenar por violación a los estudiantes de una preparatoria , la tecnología también puede usarse para demostrar la inocencia.

Las formas de protegerte de las acusaciones falsas de violación son un tema de conversación constante entre los atletas profesionales. He cubierto muchos casos de violación a lo largo de mi carrera, como el de Kobe Bryant, el del equipo de lacrosse de la Universidad de Duke y muchos más que nunca llegaron a los titulares. Los agentes deportivos y atletas han recurrido a toda clase de técnicas, desde grabar abierta o furtivamente sus encuentros sexuales —que es ilegal en algunos estados— hasta pedir a las mujeres con las que tienen relaciones sexuales que firmen un formato de consentimiento. Aunque el público se burle de las historias de los atletas que frecuentan los clubes de desnudistas o que contratan prostitutas, muchos atletas dicen que lo hacen para evitar acusaciones indeseadas de agresión sexual.

Las investigaciones del NIAA muestran que más del 80% de los universitarios beben alcohol y que casi la mitad reportó haber bebido en exceso —cinco tragos en el caso de los hombres, cuatro en el caso de las mujeres, en un lapso de dos horas— en las últimas dos semanas. El beber en exceso puede provocar que muchos tomemos malas decisiones, sin importar la edad.

Reconozcámoslo, la revolución sexual es real, pero como no hablamos con franqueza de sexo y de la moral sexual en evolución con nuestros hijos e hijas, toda esta libertad ha llevado a confundir las cambiantes reglas del juego cuando se trata de sexo. Pero hay una constante: cuando una chica dice "no" a un chico, siempre debe creerle y parar.

Los padres deben intervenir. Estoy haciendo mi parte: inculco a un hombre el respeto por las mujeres y por sí mismo al hablarle de cómo manejar la libertad que acompaña a la vida universitaria.

Sin embargo, debemos hacer más por enseñar a nuestras hijas que las mujeres son igualmente responsables de respetar su cuerpo. La igualdad auténtica implica que también somos responsables de nuestros actos. El estar de fiesta y beber hasta perder el control de tu cuerpo y tu mente te pone instantáneamente en riesgo de volverte víctima de la violación o de lesiones e incluso de muerte.

Nadie quiere ser una chica estúpida. Es hora de que las chicas seamos más inteligentes. Es hora de que los chicos entiendan que cuando una chica está muy ebria, no significa que puedan hacer con ella lo que quieran. De hecho, significa todo lo contrario: si se cae de borracha, mantente lejos, bien lejos.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Roxanne Jones.

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