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OPINIÓN: Que el frío no te 'congele' la Navidad, mejor sigue estos 'tips'

¿Apenas empieza el invierno, y ya te enfermaste? No tiene que ser así, aquí tenemos algunos consejos para prevenirte
mar 17 diciembre 2013 11:42 AM
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Nota del editor. Raquel Pérez de León García es egresada de la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE. Maestra en Nutrición Deportiva por la Universidad del Valle de México y Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid. Síguela en Twitter: @raq_nutriologa

(CNNMéxico) — Hoy en día las enfermedades infecciosas duran más y son más frecuentes. Además de tener consecuencias económicas por días sin laborar, gastos en consultas médicas y medicinas, afectan nuestra calidad de vida.

¿Cuántas veces nos enfermamos al año? Sí es cierto que el frío en el ambiente y los cambios bruscos de temperatura pueden alterar las mucosas de nuestro sistema respiratorio y favorecer el desarrollo de enfermedades como gripe , amigdalitis, influenza, bronquitis y neumonías, entre otras. Sin embargo, a nadie le gusta enfermarse y menos en estas fechas, por lo que es mejor prevenirlo con un saludable estilo de vida.

Nuestro organismo puede defenderse

El sistema inmunológico es la defensa de nuestro organismo contra virus y bacterias. Su función es reconocer, atacar y destruir a los elementos que son ajenos al cuerpo. Por lo tanto, si queremos estar protegidos, debemos reforzarlo. Alimentándonos de manera saludable, haciendo ejercicio y manteniendo a nuestro cuerpo con el descanso que requiere, podemos lograr sobrevivir a las enfermedades en esta época invernal.

Alimentación saludable.

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La falta o el exceso de nutrimentos puede alterar nuestro sistema inmunológico. Por ejemplo, las dietas muy bajas en calorías y la deshidratación disminuyen nuestras defensas. El llevar una dieta equilibrada, suficiente y adecuada, puede hacer una gran diferencia.

El consumo de vitamina C no previene las enfermedades.  

Existe una mala costumbre de consumir grandes cantidades de vitaminas y minerales por la creencia errónea de que ayudarán a prevenir las infecciones. En épocas de invierno la gente consume vitamina C, y cree que así no se enfermará. ¿Realmente la vitamina C nos protege contra las enfermedades?

Este famoso nutrimento inorgánico, también conocido como ácido ascórbico, tiene muchas funciones en el cuerpo, la más importante, su papel antioxidante. Otra de ellas, que tiene relación con nuestro tema, es la síntesis de una proteína llamada colágeno, que forma parte de la estructura de nuestros tejidos. El colágeno es la proteína más abundante en piel, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos. Por lo tanto, si nuestro sistema respiratorio está fuerte, cuando un virus o bacteria lo ataque, podrá responder de una mejor manera. Además, la vitamina C está implicada en procesos antiinfecciosos, ya que se encuentra en grandes concentraciones en los leucocitos, también llamados glóbulos blancos, células muy importantes del sistema inmunológico.

Con base a lo anterior, la vitamina C ayuda a reforzar nuestras defensas y, aunque no es un hecho que por consumirla no nos enfermaremos, es necesario cubrir nuestros requerimientos diarios.

Las principales fuentes de este nutrimento son las frutas y verduras, las que lo contienen en mayor cantidad: guayaba, kiwi, fresa, naranja, pimiento, col de Bruselas, brócoli y coliflor. Incrementar el consumo de estos alimentos durante la temporada nos puede ayudar a hacerle frente al invierno. Algo que debemos tomar en cuenta es que la vitamina C se oxida entonces, si preparamos un jugo de naranja por la mañana y nos lo tomamos horas después, las cantidades de vitamina C que este contenga serán mínimas. Entonces si vamos a tomar jugo o a picar fruta, debemos consumirlos al instante. Y no hay que olvidar que la fruta es mejor comerla entera y con cáscara que en jugo, principalmente por la cantidad de fibra que nos aporta.

¿Los suplementos, son necesarios? La respuesta es no. La vitamina C es hidrosoluble , es decir, que se puede disolver en agua: lo que nuestro cuerpo no utiliza lo elimina por la orina, por lo que no es tóxica. Sin embargo, no es necesario gastar en un suplemento, si bien podemos consumirla de una manera más rica. Con una alimentación correcta cubrimos los requerimientos de vitamina C que nuestro cuerpo necesita al día.

Actividad física

Si bien la alimentación es importante, no podemos olvidarnos del ejercicio. Dentro de los muchos beneficios que este nos trae a la salud, se encuentra el reforzar nuestro sistema inmunitario. Está comprobado que hacer ejercicio moderado (menos de dos horas al día) reduce en un 29% el riesgo de contraer alguna enfermedad del tracto respiratorio, en comparación a llevar un estilo de vida sedentario. Además, se ha visto que las personas que se enferman y hacen ejercicio, tienen un menor número de días con síntomas.

Por otro lado el estrés nos afecta día a día y se relaciona con enfermedad. Cuando nuestro organismo libera hormonas del estrés (cortisol y adrenalina) se pueden alterar de manera indirecta nuestras defensas. Necesitamos liberarnos de él, otra razón más para volvernos activos.

Así que es un buen pretexto comenzar a hacer ejercicio durante esta época de invierno, podremos controlar nuestro peso, mejorar nuestro estilo de vida y además prevenir el riesgo de contraer alguna infección.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Raquel Pérez de León García

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