OPINIÓN: Más allá del futbol, en 2014 México tiene mucho por jugar y ganar
Nota del Editor: Ernesto Campos dirige el área de RP deportivo en Edelman México, imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma. Síguelo en su cuenta de Twitter: @trotaestadios
(CNNMéxico) — El deporte mexicano tendrá frente a sí este 2014 varios retos que no suelen acomodarse en un solo año.
Primero está el deporte más seguido en el país que es el futbol. Brasil 2014 estuvo a ocho minutos de ser sólo un espectáculo del que la Selección Mexicana no sería parte y con todo el drama imaginable logró el boleto. Después vino el sorteo y con ello un poco de fortuna pues si bien debe enfrentar a Brasil, sus otros dos rivales (Camerún y Croacia) son equipos con los que se puede competir sin desventajas.
Pero, ¿realmente se aprendió del susto y se mejorarán las cosas para que no vuelva a pasar? Casi de inmediato se dio la primera respuesta desalentadora al respecto cuando el presidente de la Liga MX, Decio de Maria, anunció que se eliminarían los candados a los jugadores naturalizados quienes podrían jugar con plaza de mexicanos una vez que obtengan su pasaporte sin esperar a los cinco años que estaban establecidos.
Sin entrar en un debate de xenofobia y entendiendo las leyes migratorias, me parece que esto afecta directamente a la selección mexicana de futbol. Pongo como ejemplo para este torneo a los Pumas, que tienen a ocho jugadores no nacidos en México entre naturalizados y extranjeros, dejando solo tres plazas libres a elementos de esa tradicional cantera de jugadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que hoy parece solo un bonito recuerdo.
Es un hecho que el futbol es un negocio que mueve millones de dólares y por eso esto debe verse desde ambas perspectivas. Al permitir la permanencia de jugadores no nacidos en México con el cupo de nacionales se podría incrementar el nivel de la Liga MX si es que se elige bien a esos futbolistas. De ser así tendríamos un mejor espectáculo y en consecuencia mejores entradas en los estadios.
Pero por la otra parte podríamos ver crisis como la de 2013 de manera más frecuente pues el entrenador de la Selección Nacional, con el paso de los años, tendría menos material para escoger al equipo nacional.
Por lo pronto, para el Mundial de Brasil, el Tri tiene la oportunidad de avanzar y quedarse en lo mismo de los últimos cinco, es decir, los Octavos de Final. Avanzar más sería una hazaña y menos, un fracaso, pese a la forma en que se llegó.
Pero también existen otros deportes y este año México será sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz, durante noviembre, y lo hará tras ser campeón en el medallero en 2010 en Mayagüez, Puerto Rico, aunque en esa ocasión Cuba boicoteó la competencia y no acudió.
En 2013, al campeonato mundial de Uriel Adriano en taekwondo se sumaron la plata en gimnasia de Daniel Corral y los bronces en Salto de Longitud de Luis Rivera y de Carolina Valencia en halterofilia.
Con la localía, la delegación azteca debería alzarse con el primer puesto del medallero una vez más, independientemente de si Cuba regresa a las competencias y manifiesta su dominio tradicional en el área.
Ahora, a la mitad del ciclo olímpico hacia Río de Janeiro 2016 es la oportunidad de consolidar el trabajo bajo el amparo de la localía y sentar bases para una buena participación en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
Finalmente México tendrá una impensada participación en el Mundial de Basquetbol de España en septiembre tras haber ganado el Premundial, en Venezuela, de forma brillante.
Aquí las expectativas deben ser moderadas pues habrán pasado 30 años desde la última participación en un certamen universal, en Puerto Rico 1974. Por décadas este deporte estuvo detenido por disputas directivas que no lo dejaron avanzar.
Ahora, de la mano de una generación de jugadores que cargaron con la responsabilidad, junto con un entrenador español que inspiró confianza en los jugadores, jugarán ante naciones que no han perdido el tiempo y han mejorado año con año.
La figura del representativo será Gustavo Ayón, quien ganó el trofeo como "Jugador Más Valioso" pero que ahora goza de pocos minutos en los Halcones de Atlanta de la NBA.
Aquí se deberían forjar los cimientos para un futuro brillante del baloncesto nacional. Hay que revisar la historia antes de sobreexigirles, algo para lo que como aficionados y críticos, somos expertos.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ernesto Campos.