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OPINIÓN: ¿Familia ideal?, los matrimonios polígamos también pueden serlo

El concepto no necesariamente tiene que seguir el modelo universal solo para satisfacer las expectativas de los demás
jue 16 enero 2014 02:10 PM
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Nota del editor: Janet W. Hardy es escritora, editora y consultora; ha publicado 11 libros, entre ellos el exitoso The Ethical Slut: A Practical Guide to Polyamory, Open Relationships and Other Adventures. Ha dado talleres sobre sexualidades alternativas y relaciones en todo el mundo.

(CNN) — Crecí a principios de la década de 1960 en un suburbio acomodado de la costa este de Estados Unidos. Todos los niños que conocía tenían una familia parecida a la mía: una mamá que nos esperaba en casa y un papá que llegaba unas horas más tarde, a tiempo para la cena.

Es muy tentador recordar esos hogares como un ideal y la norma universal. Pero rara vez son ideales y nunca han sido universales.

No discutamos las tensiones que afectaban a esas familias nucleares. Hablemos simplemente de las incontables personas que, a causa de la raza, los antecedentes, la salud o las circunstancias, no pudieron —o no quisieron— vivir en ese tipo de familias.

Vivieron en hogares con un solo padre, en hogares con dos hombres o dos mujeres, en familias extendidas con abuelos, tíos y hermanos mayores, en hogares en los que varios adultos aportaban dinero y habilidades para salir adelante y hogares con muchas otras configuraciones.

En ese entonces, a mis conocidos nunca se les habría ocurrido llamar "familias" a esas uniones. Actualmente, en una época más tolerante, ese viejo estándar de familia nuclear sigue contemplado en nuestras leyes y en nuestro código fiscal, además de en la anticuada y sentenciosa frase de "valores familiares".

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Entre mi propio círculo de conocidos, tengo un afecto especial por muchas familias alternativas :

— Un hombre y dos mujeres que criaron juntos a sus dos hijos desde la infancia hasta que terminaron la preparatoria.

— Tres hombres que han compartido un hogar amoroso durante casi 20 años.

— Una "pareja núcleo" que ha estado casada durante muchas décadas y que constantemente ha estado rodeada de amantes que han vivido con ellos a largo plazo.

— Dos parejas que comparten un dúplex y una vida sexual activa y entremezclada.

— Una pareja compuesta por un hombre gay y una mujer lesbiana que llevaron a una tercera mujer lesbiana a su hogar porque la mujer extrañaba esa parte de su vida.

Hay tantas configuraciones por género, edad y cantidad como te puedas imaginar. Estas son familias, al igual que cualquier familia a la que le hayas dado la bienvenida a tu vecindario. Comparten la propiedad, cuidan sus hogares y sus comunidades.

El mes pasado, en un caso que involucraba a la familia múltiple que figura en el programa de televisión estadounidense, Sister Wives, un juez de Nevada derogó una prohibición a la cohabitación, con lo que permitió que los adultos manifiesten su consentimiento para crear cualquier clase de hogar que satisfaga sus deseos y necesidades. Sin embargo, se negó a derogar la parte de la ley que prohíbe la poligamia .

Cuando piensan en la poligamia, la mayoría de los estadounidenses la relacionan con los hogares de un solo varón y varias mujeres, característicos de una rama rebelde del mormonismo y con algunas de las culturas musulmanas contemporáneas y que popularmente se conocen como "poligamia" (varios cónyuges de ambos sexos) pero que más precisamente se llama "poliginia" (muchas esposas). Sin embargo, estos matrimonios polígamos representan solo una fracción de las variedades de familias que forman los adultos.

Con justa razón, muchas personas sienten cierta inquietud por la historia de abuso y falta de consentimiento de la poligamia religiosa y podrían creer que es necesario que existan leyes antipoligamia para evitar semejante explotación. Sin embargo, ya existen leyes rígidas que prohíben obligar a alguien a tener relaciones sexuales o a participar en cualquier clase de matrimonio, así que seguramente sería suficiente aplicarlas estrictamente para proteger a las personas que están contra su voluntad en un matrimonio polígamo reconocido en la ley.

Claro que los asuntos sobre la custodia de los hijos, las herencias, las visitas hospitalarias y demás son más problemáticos cuando hay más de dos partes involucradas. Está claro que la estructura legal actual del matrimonio no puede resolver indudablemente este problema. Por eso, el fallo del juez de Nevada tal vez fue correcto, al menos por ahora.

Una solución para el futuro podría ser definir al "matrimonio" como una institución social sin calidad legal y crear la "unión civil" como una especie de sociedad legalmente reconocida, al alcance de cualquier persona que esté dispuesta a hacer los compromisos adecuados.

Estas uniones civiles podrían ser desde parejas nucleares como la de Ozzie y Harriet hasta un matrimonio multigeneracional y con parejas múltiples salido de una novela de ciencia ficción de Robert Heinlein. Sería necesario crear acuerdos sobre cómo manejar las funciones familiares básicas —el cuidado de los niños y los ancianos, la propiedad compartida, la sucesión, etcétera— y firmar contratos, como en una sociedad mercantil. Si también sintieran la necesidad de tener un estatus matrimonial social o religioso, podrían buscar el apoyo de alguna institución con ese fin.

Estoy segura de que quienes se oponen a la igualdad para los matrimonios y que están leyendo seguro gritarán: "¡se los dije!", ya que sus predicciones de que la poligamia seguiría al matrimonio homosexual se han vuelto una pesadilla hecha realidad. Muchos crecieron igual que yo, en una época y en un lugar en el que la familia nuclear con un solo proveedor era la norma incuestionable y les gustaría que el país se ajustara a ese estándar poco realista de aquí en adelante.

Pero, incluso en ese entonces, la familia nuclear no era adecuada para muchas personas y era un sueño imposible para otras. El país en el que quiero que vivan mis hijos y mis nietos dará espacio a toda clase de familias y ofrecerá el mismo apoyo y beneficios —legales, económicos y sociales— a cualquier familia basada en un núcleo de amor, consentimiento y responsabilidad recíproca.

A eso deberían referirse los "valores familiares".

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Janet W. Hardy.

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