OPINIÓN: ¿Quieren ciudades verdes? Renuncien a los autos
Nota del editor: Eric W. Sanderson es ecologista sénior en la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre y autor del libro Terra Nova: The New World After Oil, Cars, and Suburbs.
(CNN) — Si realmente quieres dar un golpe a favor del ambiente durante el Día de la Tierra que se celebra este martes, haz algo por ti y por todos y deja de conducir tu auto en la ciudad. En serio, ¿quién lo necesita?
Este mensaje no es para quienes viven en una granja o en una zona rural en la que la tienda de abarrotes o el hospital están a varios kilómetros de distancia. Puedes conservar tu auto, es asunto de seguridad.
Pero para el resto de ustedes que viven, trabajan y van a la escuela en las ciudades y pueblos grandes, es hora de trabajar para conseguir algo mejor . El tema del Día de la Tierra de este año son las ciudades verdes y en estas no debería haber autos.
¿A dónde llegas conduciendo, de cualquier forma?
Gastos: ¿Quieres recibir un aumento del 17%? Deja de conducir. Un estadounidense promedio gasta más dinero cada año en transporte que en alimentos. Gastan dos veces más dinero en transporte que en servicios médicos. La gasolina no es barata y tampoco lo son los neumáticos, los peajes, los impuestos, el seguro, las cuotas del auto, las multas por exceso de velocidad o el estacionamiento.
Tránsito:Llegas tarde al trabajo, de mal humor, cansado de ver la defensa trasera de alguien más. En 1982, un estadounidense promedio pasaba 16 horas al año atrapado en el tránsito. En 2011, el tránsito contribuyó con 38 horas de miseria en promedio al año y costó al país cerca de 120,000 millones de dólares en tiempo perdido y combustible desperdiciado.
(El tiempo promedio diario que pierde un mexicano en un automóvil en la zona metropolitana del valle de México, en 2009, es de 1 hora con 21 minutos, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco)).
Ruido: Ruido de cláxones, chirridos de neumáticos, el rugir de un río de automóviles que transitan por el bulevar. El ruido ambiental excesivo se relaciona con el insomnio, el estrés y la sordera.
No estacionarse: Los estudios demuestran que en promedio, el 30% del tránsito en las ciudades es consecuencia de que la gente esté buscando un lugar para estacionarse. ¿Qué es un auto si no hay dónde estacionarse? Un problema de dos toneladas.
Muerte rápida: Los autos son asesinos… de peatones, ciclistas y otros automovilistas. En Estados Unidos, las probabilidades de morir a causa de un auto son de una en 112; solo el cáncer, las enfermedades cardíacas y respiratorias y el suicidio cobran más vidas cada año en Estados Unidos.
(México se encuentra entre los 10 países donde ocurre el mayor número de muertes por accidentes de tránsito. Alrededor de 16,000 al año, según las estadísticas oficiales, pero el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra) estima que, debido al subregistro de información, la cifra asciende, en realidad, a unas 24,000 muertes , según refiere el Informe sobre la Situación de la Seguridad Vial 2013).
Muerte lenta: Los autos también contribuyen al cáncer y a las enfermedades cardíacas y respiratorias al producir contaminación, agregar calor a una ciudad caliente en verano y al evitar que la gente se ejercite. Te sentirías mejor y serías más productivo si caminaras o usaras la bicicleta para ir al trabajo, al menos cuando el clima sea agradable.
Tiempo perdido: En suma, los autos son una forma pésima para transportar a la gente. En una calle muy transitada en una ciudad pueden moverse unas 4,400 personas por hora a bordo de autos. En la misma calle podrían moverse 52,000 (!) personas en autobús, tranvía o subterráneo en el mismo lapso y con un consumo menor de energía.
Y ni siquiera he mencionado los efectos mundiales de sacar los autos de las ciudades , entre otros la reducción de la contaminación por carbono que desaceleraría el cambio climático y la destrucción de los ecosistemas.
Entonces, ¿cómo funcionaría esto? Se necesitaría visión, liderazgo y voluntad colectiva. Solo imaginen cómo podría funcionar una ciudad verde sin autos.
Si la gente no gastara su salario en una bestia, tal vez estarían más dispuestos a apoyar la construcción de una red de transporte público constante, limpia, atractiva, más extensa y barata, algo que beneficiaría a todos, especialmente a los adultos mayores y a las personas con discapacidad. La gente también podría montar sus bicicletas o incluso caminar al trabajo una vez que los lugares que se usaban para guardar los autos (estacionamientos y garajes) se hayan reemplazado con viviendas verdes, parques y espacios abiertos para la gente.
Los tranvías, autobuses y trenes ligeros podrían transportar a la gente en la superficie. Los trenes subterráneos podrían adaptarse para transportar carga en vez de personas durante la noche. Las entregas menores podrían hacerse en bicicleta o en vehículos parecidos a carritos de golf que usen combustibles limpios.
¿Qué hay de las emergencias? Los carros de bomberos, las ambulancias y otros vehículos de emergencias podrían usar las calles de las ciudades y llegarían más rápido al tener que sortear menos tránsito.
¿Qué hay de los fines de semana en el campo? No hay problema. Toma el tranvía hacia un estacionamiento municipal, toma tu auto y ponte en marcha. Solo vuelve a estacionarte allí cuando vuelvas.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Eric W. Sanderson