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OPINIÓN: Messi, el héroe y villano que despierta controversias

El delantero argentino fue determinante para su selección en el Mundial, aunque otros piensan que está lejos de ser el mejor del mundo
jue 17 julio 2014 10:00 AM
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Nota del Editor: Ernesto Campos dirige el área de RP deportivo en Edelman México, imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma. Síguelo en su cuenta de Twitter:  @trotaestadios

(CNNMéxico) — No ha sido fácil para mí opinar sobre la final de la Copa del Mundo en los últimos días. Más allá de lo que considero un claro y merecido triunfo alemán hay más temas dentro del marcador que han llenado las redes sociales, han puesto a discutir a amigos y han polarizado la opinión de los expertos apasionados del deporte más popular del planeta.

Alemania se convirtió en tetracampeón y pocos objetan la justicia con que obtuvo su nueva corona fruto de un proyecto que comenzó hace ocho años y que se reflejó en buenos resultados constantemente. Pero ese no es el punto, el debate está en el equipo que perdió, en Argentina y principalmente en su capitán Lionel Messi.

El astro argentino del Barcelona es para muchos el mejor jugador del mundo en la actualidad a pesar de que Cristiano Ronaldo del Real Madrid y de la Selección de Portugal recibió ese reconocimiento hace algunos meses. Incluso conozco a algunos que aseguran que Messi es el mejor futbolista que haya pisado jamás un campo profesional de futbol y desde aquí comienza el debate.

El argentino lo ha ganado todo con su equipo pero no ha ganado nada con su selección a nivel mayor y es algo que se le reprocha en su país. Sus defensores aseguran que no es necesario ganar una Copa del Mundo para mostrar su grandeza, otros justo dicen lo contrario y señalan que está a años luz de igualar a Maradona y mucho más a Pelé.

Entonces los días posteriores a la final se transformaron en un debate sobre Lionel Messi que fue acrecentado por la FIFA desde el mismo domingo cuando se le otorgó el Balón de Oro patrocinado por Adidas nombrándolo el mejor jugador del Mundial Brasil 2014. De inmediato muchos (entre los que me incluyo) protestamos la decisión pues, sin negar la calidad del jugador, había otros elementos que fueron más determinantes en sus escuadras.

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Sin duda debe ser difícil ser Lionel Messi, una carta que se volvió viral en Facebook escrita por un falso Gonzalo Higuaín, lo dejó más claro y aunque a las pocas horas se desmintió que hubiera sido escrita por el atacante del Nápoles, la reflexión quedó muy clara. La Pulga no va a convencer ni a dejar tranquilos a todos nunca, comenzando con sus propios compatriotas.

Messi no pudo llevar a Argentina al título, eso es un hecho que no pueden refutar ni sus más férreos defensores. Pero sus acérrimos detractores tampoco tendrán argumentos suficientes para decir que no es un crack que guió a un grupo de jugadores que difícilmente lo hacen como equipo y los instaló en la gran final. Sus goles y pases fueron determinantes para vencer a Bosnia, Irán, Bélgica y Suiza, aunque no pudo con Holanda y Alemania.

Para los aficionados mexicanos la polémica no está exenta y también la vi abrazando a la xenofobia. Muchos celebraron la caída de una selección “inflada y sobrevendida”. También agradecían la caída de un “pecho frío” que se esconde a la hora buena y que no pudo apoyar las burlas que los argentinos cantaban a los brasileños en cada ciudad. “Decime que se siente …tener en casa a tu papá”.

Otros más veían perdida a la “Doctrina Monroe” mundialista. Ese “América para los americanos” que en resumen se refería a Estados Unidos y no a todo el continente pero que aplicaba para recordar que ninguna selección del viejo continente se había coronado en el nuevo mundo. Messi los decepcionó como si el jugador fuera el único que alineó en Maracaná el 13 de julio.

No soy defensor del atacante argentino, es más no me agrada para nada su actitud con los niños como fue exhibida en algunas imágenes en las que le negaba el saludo. Incluso si hubiera sido una distracción en Brasil, tampoco trató bien a su público cuando vino a México en partidos de exhibición y dejó plantados a prensa y aficionados por igual.

Pero el tema mundialista es diferente y entiendo que para el ser humano debe ser muy difícil saber que si ganaba lo hacía Argentina y que la derrota obtenida parece ser sólo de él. Aunque por momentos parecía que podía dar más de lo que dio por lo que se le conoce en la cancha, creo que el peso con el que carga es excesivo e incluso injusto.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ernesto Campos.

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