OPINIÓN: Una reforma en materia energética 4 x 4
Nota del Editor: Édgar Guillaumin tiene estudios de Licenciatura y Maestría en Derecho Corporativo, cursa un Doctorado en Planeación Estratégica y Políticas de Desarrollo en la Universidad Anáhuac. Cuenta con más de 10 años de experiencia en relaciones gubernamentales e institucionales. Síguelo en su cuenta de Twitter: @guillaumin
(CNNMéxico) — Ahora que se encuentra en la Cámara de Diputados, para su discusión, las leyes secundarias en materia energética es importante hacer un poco de memoria y evitar que se repitan errores del pasado.
Recordemos que en 1994 ante la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte se abrió a la inversión privada sectores fundamentales para la economía de México como el financiero, el de telecomunicaciones y el ferroviario, los cuales bajo las figuras de concesiones o permisos comenzaron a operar en el país por empresas privadas.
En aquel entonces se estructuró un marco jurídico que dio las condiciones adecuadas para que capital nacional y extranjero llegara a México; sin embargo, al paso del tiempo se demostró que este marco jurídico quedó corto, pues en algunos casos generó distorsiones en el mercado, creó monopolios y oligopolios que fueron restando competitividad al país. Por otro lado, la falta de claridad en cuanto a las obligaciones y derechos adquiridos por parte de los inversionistas dio paso a una relación tensa con la autoridad, afectando proyectos de inversiones futuras.
En ese momento poca atención se puso a los usuarios de los servicios, dejando limitados elementos de defensa a estos.
En este momento se juega mucho para México, pues la reforma energética que se encuentra en discusión va a ser un parteaguas para nuestra nación, ya sea para bien o para mal, el resultado de las negociaciones legislativas van a determinar el rumbo del país para las próximas décadas.
Entendiendo la complejidad de la reforma que incluye 21 leyes de las cuales 9 de ellas son nuevas, hay 4 elementos clave que no pueden dejar de ser los puntos de análisis en este proceso:
1.- Certeza jurídica: Las propuestas que se aprueben por el Congreso en materia energética deben ser lo suficientemente atractivas para que inversionistas decidan arriesgar su dinero y exista un razonable retorno de inversión, acobijado de un claro entendimiento de cuáles son las obligaciones y derechos que se tendrán en este rubro. México debe ser visto como un país donde impere el Estado de Derecho.
2.- Transparencia y rendición de cuentas: Diversos analistas han expresado su preocupación por que esta reforma no se convierta en un festín de corrupción donde funcionarios e "inversionistas" se coludan para generar millonarios negocios bajo el "amparo" de los recovecos o lagunas jurídicas que resulten de una mala técnica legislativa. Es fundamental que se cuenten con los mecanismos adecuados para cerrar la llave a la impunidad y corrupción.
3.- Tenencia y ocupación de la tierra: En México tenemos tristes casos en que proyectos de gran envergadura se han ido al fracaso por no haber un claro proceso de uso, expropiación u ocupación de la tierra. Este punto ha sido poco discutido y puede ser el gran obstáculo que se presente en la materialización de la reforma energética, sino se pone especial cuidado en cómo se protegerán los derechos de las comunidades, ejidatarios y pequeños propietarios, es probable que cada proyecto de exploración y explotación de hidrocarburos sea un "Atenco".
4.- Beneficios a la ciudadanía: Sin lugar a dudas la reforma energética debe llegar a los bolsillos del ciudadano, se ha hablado mucho de que bajarán los precios del gas y de la luz. Se han generado expectativas que deberán ser cumplidas, de lo contrario habrá un costo muy alto políticamente que pagar. En materia fiscal habrá que revisar el reacomodo de los ingresos federales, pues hoy Pemex es el gran contribuyente del país y redefinir la carga impositiva a los pocos contribuyentes cautivos.
En fin, hay mucho que discutir y analizar, pero hagamos un poco de memoria…
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Édgar Guillaumin.