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OPINIÓN: El hartazgo de las calles necesita ser llevado a las urnas

Los mexicanos pueden lograr cambios sociales a través de las elecciones en 2015, evitando el abstencionismo que resta legitimidad
mié 26 noviembre 2014 09:46 PM
Ayotzinapa marcha Reforma
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Nota del editor: Édgar Guillaumin tiene estudios de Licenciatura y Maestría en Derecho Corporativo, cursa un Doctorado en Planeación Estratégica y Políticas de Desarrollo en la Universidad Anáhuac. Cuenta con más de 10 años de experiencia en relaciones gubernamentales e institucionales. Síguelo en su cuenta de Twitter: @guillaumin

(CNNMéxico)— Como hace muchos años no se veía, la sociedad civil ha salido a las calles a manifestar su inconformidad y hartazgo ante la corrupción e impunidad.

Basta ver las multitudinarias marchas que han tenido lugar en las principales ciudades de México o navegar unos minutos en las redes sociales para constatar que existe un sentimiento de rechazo total al escenario político y de inseguridad que hoy vive el país.

Sin lugar a dudas, estas muestras de expresión se verán reflejadas en uno u otro sentido en los siguientes comicios electorales que se realizarán el 7 de junio del 2015 (más cercano de lo que se cree), en los que se elegirán 300 diputados federales por mayoría relativa y 200 por representación proporcional, gobernadores para los estados de Baja California, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora; así como congresos locales para 17 entidades federativas.

Hay mucho de por medio que se juega en este futuro proceso electoral.

Históricamente las elecciones intermedias, como las que se realizarán el próximo año, tienen un alto nivel de abstencionismo.

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De acuerdo al Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, estos son los porcentajes de abstención en las últimas elecciones intermedias para diputados federales: en 1991, 34.47%; 1997, 42.98%; 2003, 58.81%; y 2009, 55.39%. En promedio 47.9% de abstencionismo.

Respecto a las entidades en las que elegirá gobernador en las últimas elecciones estos fueron los porcentajes de abstencionismo: Baja California, 59.41%; Campeche, 36.81%; Colima, 39.89%; Guerrero, 49.58%; Michoacán, 51.08%; Nuevo León, 45.39%; Querétaro, 40.78%; San Luis Potosí, 44.83%; y Sonora, 46.59%.

Estos números ponen a México entre los países con mayor abstencionismo de Latinoamérica.

La baja asistencia a las urnas genera que la mayoría de los representantes populares gocen de una limitada legitimidad, si consideramos que la composición política del país prácticamente divide el pastel en tres rebanadas (PRI, PAN, PRD) y que los márgenes entre un primer y segundo lugar cada vez son más cerrados, el nivel de aprobación es mínimo.

Lee: La carrera electoral 2015 arranca con 2,159 cargos políticos en disputa

Por ejemplo, un candidato que gane con un 35% en un distrito con abstención del 47.9% (promedio de México) tendría el respaldo de solamente un 18.2%. Legalmente, sin ninguna duda, sería el ganador del proceso electoral, así es la democracia; pero tendría muy poca legitimidad, no simbolizaría el pensar de las mayorías.

Si el fantasma del abstencionismo se hace presente en las siguientes elecciones, habría una gran cantidad de representantes populares que no llevarían la voz de la mayoría de la población, generando poca afinidad con la ciudanía y una mayor distancia entre la clase política y la sociedad. Por tal motivo es fundamental que estas manifestaciones que la población civil ha realizado a lo largo del país se reflejen en una alta asistencia a las urnas, que hagamos del voto una verdadera herramienta de democracia.

Espero que el nivel de participación e involucramiento de todos los sectores de la sociedad en la vida política del país se mantenga, que la exigencia a las autoridades de todos los niveles para que se acabe la corrupción y la impunidad no decaiga, y que México venza de una vez por todas el fantasma del abstencionismo.

No dejemos pasar esta oportunidad, el proceso ya comenzó.

Las opiniones expresadas en este texto pertenecen exclusivamente a Édgar Guillaumin.

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