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Estados Unidos-Cuba, el impacto en las empresas mexicanas

Las relaciones entre ambos países beneficiarán a la industria túristica en México, dice Larry Rubin; además, empresas de construcción pueden reforzar sus negocios en la isla.
lun 19 enero 2015 06:00 AM
Obama anunció el camino a la normalización de las relaciones con Cuba. (Foto: AFP )
obama reestablece relacion cuba 2014

El viernes pasado entró en vigor la flexibilización de los viajes de estadounidenses a Cuba, el inicio de un hecho histórico que cambiará lo que por 50 años fue la dinámica geopolítica entre Estados Unidos y Cuba . La relación bilateral comenzó a deteriorarse tan pronto Fidel Castro asumió el Gobierno, pero el rompimiento oficial no ocurrió hasta el 3 de enero de 1961 con la terminación de las relaciones diplomáticas entre ambos países, suceso reforzado por una serie de embargos económicos aplicados contra la República de Cuba. Lo anterior llevó a que la isla atravesara grandes dificultades económicas que limitaron las facultades de Gobierno de Fidel. Cuando Raúl Castro tomó las riendas del ejecutivo impulsó importantes cambios, que no fueron suficientes para mejorar la situación económica, todavía difícil, de los cubanos.

Con la liberación de varios prisioneros norteamericanos detenidos en Cuba y las negociaciones impulsadas por el Pontífice Francisco fue posible restablecer las relaciones diplomáticas hace tiempo quebrantadas. El Presidente Obama, a través de su Secretario de Estado, John Kerry, anunció que buscará establecer una Embajada y la adecuada representación diplomática de manera inmediata para normalizar la relación entre ambas naciones.

Como resultado de lo anterior se generará una fuerte competencia entre empresarios de todo el mundo dispuestos a invertir su capital dentro de la isla. En el caso de las empresas mexicanas, esta mejoría representa una clara oportunidad comercial que beneficiará, directa o indirectamente, a algunas industrias. Un claro ejemplo es la declaración hecha por Raúl Castro el año pasado afirmando que para el año 2018 más del 50% del PIB de la isla estará en manos de entes privados, no del Estado.

El 75% del PIB cubano se encuentra en el sector de los servicios, lo cual significa que con un flujo mayor de norteamericanos viajando a Cuba por negocios o por placer, se reactivará el turismo e incrementará la necesidad de cuartos y servicios. Para México y sus empresarios del sector, quienes tienen gran experiencia en proyectos internacionales, será una excelente oportunidad para crecer satisfaciendo las necesidades de la llamada “industria sin chimeneas” aún subdesarrollada en la isla. Paralelamente,  la necesidad de nuevos hoteles y edificaciones hace suponer que habrá un mayor gasto en infraestructura, abriendo una gran posibilidad para la industria de la construcción en México.

Con el auge en el turismo, las empresas de aviación mexicanas verán un incremento en el número de turistas que querrán visitar la isla, llevándolos a incrementar sus frecuencias aéreas o a iniciar nuevas en caso de que aún no lo hagan. Asimismo, las empresas de entretenimiento (cines, espectáculos, etc.) que conozcan el mercado latino tendrán una muy buena oportunidad para operar en Cuba.

Otro sector que muy probablemente tendrá un crecimiento importante es el industrial. Por un lado, quien haya viajado a Cuba sabrá que la mayor parte de los automóviles disponibles datan de los años 50, por lo que es posible afirmar que habrá una gran inversión destinada a la renovación de la flota vehicular. Debido a que muchas de las armadoras de autos están basadas en nuestro país, el alza en la producción traerá beneficios para la economía mexicana. Por otro lado, la probabilidad de que el gobierno cubano decida invertir en Cubana de Aviación, la aerolínea nacional, hace suponer que el clúster aeronáutico mexicano, basado mayoritariamente en Querétaro, tendrá un auge al ser los productores de las partes o quienes hagan el mantenimiento de la flota aérea.

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En el mismo contexto, la industria farmacéutica, que ya emplea a miles de mexicanos, deberá crecer para satisfacer la demanda de medicinas y dispositivos médicos resultado tanto de la inversión gubernamental como del sector privado.

Finalmente, sería muy futurístico afirmar que Cuba abrirá inmediatamente un sector tan estratégico como el de las telecomunicaciones. Sin embargo, debido al subdesarrollo del sector y al restringido marco gubernamental, las empresas mexicanas dedicadas a la industria podrían llegar a tener oportunidades comerciales interesantes.

Por ende, este cambio en la relación bilateral EUA-Cuba puede tener importantes derramas económicas que impacten directamente a México, tanto a empresas operando en el país como en la creación de mayores fuentes de empleo para los mexicanos.

El autor es presidente de la American Society, socio de Spencer Stuart México, y avezado en relación México-Estados Unidos. @larry_d_rubin

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