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OPINIÓN: La 'broma' indignante de Sean Penn

El autor opina que el activismo liberal del actor no justifica haber hecho una broma tan inoportuna en un evento de relevancia mundial
mar 24 febrero 2015 12:39 PM

Nota del editor: Raul A. Reyes es abogado y miembro de la Junta de Colaboradores del diario Usa Today. Síguelo en Twitter en @RaulAReyes .

(CNN) — Fue un golpe que se escuchó en todo el mundo. Durante la ceremonia de los premios de la Academia del domingo pasado, Sean Penn se salió del libreto de forma sumamente insultante. Al entregar al director de Birdman, Alejandro González Iñárritu, su premio a la mejor película, Penn bromeó: "¿Quién le dio a este hijo de p**a su green card (permiso de residencia)?".

No se puede entender por qué Penn decidió hacer una referencia así en una noche en la que todo el mundo, literalmente, estaba observando.

Claro que una green card confiere el derecho de residencia permanente en Estados Unidos a un ciudadano extranjero. Pero el estatus migratorio no es cosa de broma y su comentario improvisado solo legitima la idea de que es correcto burlarse de los latinos por su estatus migratorio, real o imaginario.

Sí, Iñárritu más tarde defendió a Penn: ambos colaboraron en la cinta 21 gramos e Iñárritu señaló que son amigos y acostumbran hacerse bromas pesadas. Eso es amable de su parte. Pero Penn debería reconocer que uno de los eventos televisivos más vistos del año no es el lugar más adecuado para hacer una broma privada que rebasa el límite del buen gusto. Después de todo, los Oscar del año pasado tuvieron 43 millones de espectadores tan solo en Estados Unidos, mientras que la televisora ABC señaló que el programa se transmite a unos 200 países de todo el mundo. En consecuencia, millones de espectadores escucharon a un actor galardonado burlándose de la idea de la falta de "papeles" de un latino.

Leer: Una broma "brutal" entre amigos, dice Iñárritu

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El comentario de Penn fue particularmente desconsiderado en vista de que el debate sobre la inmigración en Estados Unidos no está cerca de llegar una solución: se estima que en Estados Unidos hay 11 millones de personas indocumentadas que viven con el temor constante de que sus familias queden destruidas por una deportación. En este momento, el futuro de casi cuatro millones de inmigrantes indocumentados —a los que podría haberse perdonado la deportación de acuerdo con el plan de decreto del presidente Barack Obama— está en riesgo, ya que un tribunal de Texas decretó la suspensión de los programas. Mientras tanto, los inmigrantes son blanco de los crímenes de odio con demasiada frecuencia.

Es triste que el comentario de Penn refleje la realidad de que los latinos, sin importar cuál sea su estatus en la sociedad, son objeto de los estereotipos étnicos. El premio de Iñárritu fue el permio de mayor prestigio de la noche y es apenas el segundo latino que se lleva a casa el premio al mejor director ( Alfonso Cuarón ganó el año pasado con Gravity ).

Otros actores han usado los Oscar como oportunidad para crear consciencia sobre una causa, como hizo Patricia Arquette con su llamado a la igualdad salarial . Es desafortunado que la noche de triunfo de Iñárritu se relacionará simplemente con los comentarios desconsiderados de Penn. Como tuiteó Mario Lopez: "Buen trabajo, Sean Penn. Arruinar un momento fantástico con un 'chiste' sobre la green card". (Por cierto, no recuerdo que alguien cuestionara el estatus migratorio de la novia de Penn, Charlize Theron, quien nació en Sudáfrica pero ahora es ciudadana estadounidense).

Aunque es cierto que Penn también es activista político y ha respaldado causas liberales, de ninguna manera se justifica su comentario. Debería saber tan bien como cualquiera que Hollywood es un sector que excluye en gran medida a los latinos, cuestión que se puso de relieve en un estudio de la Universidad del Sur de California en 2014: se descubrió que los hispanos son el segmento demográfico menos representado en las películas más importantes.

En su discurso de aceptación, Iñárritu dedicó su premio a los mexicanos que viven en México y Estados Unidos. Al hablar de ellos, dijo: " rezo por que los traten con la misma dignidad y respeto que a los que llegaron antes que ellos y construyeron esta increíble nación de inmigrantes".

Si tan solo su amigo Penn hubiera tenido tal elegancia.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Raul A. Reyes.

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