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Las facetas del papa Francisco antes de venir a México

Jorge Mario Bergoglio ha tenido una trayectoria más allá de la Iglesia Católica; su trabajo ha sido de mediador y pacifista, lo que perfila el mensaje que traerá a México.
jue 11 febrero 2016 11:46 AM
El papa Francisco visitará esta semana Ecuador, Bolivia y Paraguay (Foto: Getty Images )
Papa Francisco

La visita del papa Francisco a México, del 12 al 17 de febrero, pondrá los reflectores de Latinoamérica en el máximo líder de la Iglesia Católica, quien porta una doble investidura que con frecuencia solemos olvidar: la de pontífice y jefe del Estado del Vaticano, el más pequeño del concierto de naciones con tan sólo 0.44 kilómetros cuadrados.

Desde sus días como arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio destapó su actitud crítica hacia el desempeño de la Iglesia argentina e incluso hacia la política que le ocasionó raspaduras en la relación con los presidentes Kirchner. Su ascenso a la silla papal, en 2013, auguraba que la transformación de la Iglesia Católica no se detendría en Argentina, sino que se extendería a la Iglesia Católica en conjunto.

El papa Francisco intenta sacudir a la Iglesia de su letargo tratando de actualizarla a los contextos que permean el siglo XXI. Al interior del Estado del Vaticano ha realizado reformas de gran calado como la reestructuración del Banco del Vaticano o Instituto de Obras de Religión, (por su nombre oficial), la creación de la Secretaría de Economía del Vaticano y la reforma al Código Penal; esta última con gran valor ya que adecuó la legislación vaticana a la legislación internacional al tipificar delitos contra menores, el lavado de dinero y el terrorismo.

La renovación de la Iglesia católica también ha involucrado pronunciamientos sobre temas espinosos que no parecen tener salida simple y rápida. El fin del celibato, la aceptación del uso del condón, la píldora anticonceptiva, así como el tema pendiente del aborto y la inclusión de las mujeres en las filas jerárquicas se suman a otros temas de actualidad política como la legalización de las drogas y el uso medicinal de la mariguana.

De cara a la sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre drogas. ¿La Iglesia apoyará el reemplazo del paradigma prohibicionista y punitivo que ya demostró su fracaso frente al enfoque preventivo y de salud pública?

El papa mediador

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Más allá de las fronteras de la religión católica, Francisco ha sido un poderoso conciliador internacional. En 2014, el Pontífice viajó a Tierra Santa a propósito de abanderar la causa palestina y el diálogo de paz en Medio Oriente.

Gracias a sus habilidades de mediador, logró que el presidente israelí Shimon Peres y el líder palestino Mahmud Abas se reunieran con él en Roma para realizar una ceremonia por la paz, la cual se compuso de oraciones judías, cristianas y musulmanas.

No olvidemos que el Vaticano dio un paso clave cuando reconoció oficialmente a Palestina como Estado y defendió la política de coexistencia entre dos naciones vecinas y soberanas.

El papa Francisco ha abanderado numerosas causas de paz en el mundo. En su viaje a Corea del Sur en 2014, llamó a la unión entre las dos coreas que siguen separadas por los resabios de la Guerra Fría.

Cuando visitó la ciudad de Sarajevo —conocida como la Jerusalén de Europa— hizo un llamado a la tolerancia entre serbios, croatas y musulmanes. Reconoció la masacre de los armenios como el “primer genocidio del siglo XX”, una acción que recibió la negación y el reproche de Turquía cuando se cumplieron los 100 años del holocausto cometido por el imperio otomano.

Además pidió paz en la lucha de milicias cristianas y musulmanas en la República Centroafricana y se entrevistó con el presidente ruso Vladimir Putin para discutir el conflicto con Ucrania.

En Latinoamérica, el hogar del pontífice, Francisco ha empleado su poder de persuasión en los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, así como en el conflicto que mantiene Bolivia con Chile por el reclamo de una salida al Océano Pacífico.

Bajo una estela de múltiples viajes por el mundo, el papa Francisco ha priorizado sus giras por las Américas: Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay, México, Cuba y Estados Unidos. Su espíritu revolucionario lo llevaron a negociar el deshielo entre Cuba y Estados Unidos, poniendo fin a más de 50 años de enemistad, golpes bajos y fricciones.

La visión del papa en el siglo XXI

El obispo de Roma se ha mostrado muy consciente de las problemáticas del siglo XXI. Mientras que denuncia los excesos del capitalismo se suma al clamor de la comunidad internacional para combatir el cambio climático.

Su encíclica Laudato si fue un llamado de atención sobre las actividades humanas que incrementan los gases de efecto invernadero (GEI). De cara a la COP21 celebrada en Francia, el papa impulsó un cambio de ruta para alcanzar un acuerdo universal vinculante sobre el clima que favorezca la transición hacia economías bajas en carbono.

Además de su actitud verde, el papa también se ha consolidado como un papa promigrante, aquel que aboga por las personas que escapan del teatro de la guerra y la falta de oportunidades económicas, tal ha sido el caso de los migrantes cubanos, los africanos que cruzan el Mediterráneo y los centroamericanos que buscan materializar el sueño americano en su tránsito por México. Por migrantes, náufragos y refugiados el papa ha pedido apoyo internacional.

Cabe subrayar, la presencia de la Iglesia Católica en redes sociales como Twitter. Si bien la cuenta del pontífice fue abierta desde el periodo papal anterior, Francisco es quien ha hecho uso de ella, con 8.5 millones de seguidores en su versión en inglés, y 10.9 millones en la cuenta en español.

La actividad tuitera del papa es uno de los nuevos vínculos que se están formando con los creyentes, lazos que se antojan necesarios frente a la reducción de fieles católicos en el mundo.

El poder suave del papa dentro del contexto internacional se ha puesto de manifiesto. Siguiendo la lógica de Joseph Nye sobre el poder de la persuasión, el papa no utiliza la fuerza militar y la coerción económica para influenciar en la política internacional sino emplea su credibilidad moral y ética para movilizar las conciencias y voluntades.

A México llega Francisco, la séptima visita de un pontífice a nuestro país, cuando requerimos de un mensaje de paz y esperanza frente a los muertos, heridos, desaparecidos y víctimas de la violencia y narcotráfico, aunado a la cacería de migrantes centroamericanos que se articula desde nuestro territorio.

*Rina Mussali es analista, internacionalista y conductora de Vértice Internacional y de la serie 2015: Elecciones en el Mundo, en el Canal del Congreso. Síguela en su cuenta de Twitter:  @RinaMussali

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