Ciberseguridad, ¿Un reto para la nueva economía?
John Chambers, CEO de CISCO Systems, dice que existen dos tipos de empresas: aquellas que han sido hackeadas y las que aún no saben que han sido hackeadas.
De acuerdo con McAfee, compañía de software especializada en seguridad informática, el crimen cibernético supone un costo global anual de 400 billones de dólares, 0.8% del PIB global, lo que pone en perspectiva la relevancia del crimen y la importancia de la seguridad cibernética.
Dada la trascendencia del tema, en el tercer capítulo de la Ponencia IMEF 2015: Ciberseguridad ¿Un reto para la nueva economía?, se plantea que durante los últimos 20 años, en un mundo cada vez más interdependiente, empezamos a percibir que el entorno cibernético tiene un alarmante número de vulnerabilidades y que debido a su posible alcance destructor, éstas se han convertido en una prioridad a nivel global.
A fin de contrarrestar las amenazas cibernéticas, nació el término de ciberseguridad, el cual tiene como objetivo la protección de activos de información a través del tratamiento de amenazas que ponen en riesgo la información que es procesada, almacenada y transportada por los sistemas de información que se encuentran interconectados.
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En la Ponencia IMEF 2015, se deja constancia de que los ataques cibernéticos están en constante evolución, porque los atacantes cuentan con más recursos y sus niveles de sofisticación, riesgos y complejidad, aumentan continuamente.
Las cuatro amenazas cibernéticas identificadas como más frecuentes e importantes son: malware, que engloba todo tipo de programa o código informático malicioso cuya función es dañar un sistema o causar un mal funcionamiento; phishing, referente al envío de correos electrónicos que, aparentando provenir de fuentes fiables, intentan obtener datos confidenciales del usuario y que posteriormente son utilizados para la realización de algún tipo de fraude.
Además de spyware, aplicaciones que recopilan información sobre una persona u organización sin su consentimiento ni conocimiento; y denial of service (DoS), un ataque a un sistema de red que provoca que un servicio sea inaccesible a los usuarios que hacen uso de él.
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Asimismo, el robo de propiedad intelectual es la principal afectación del crimen cibernético a las organizaciones, ya que tiene implicaciones económicas más significativas; en segundo lugar se encuentra el robo de activos financieros y en tercer sitio, el robo de información confidencial, dado que son datos que pueden ser utilizados en negociones y ser vendidos rápidamente en el mercado.
Por estas razones, entre otras, la ciberseguridad es vital para la organización, de ahí que haya sido considerado para exponerse en la máxima investigación del instituto, la Ponencia IMEF 2015.
En cuanto a México, del año 2000 al 2014, nuestro país pasó de tener 20 millones de internautas a 53.9 millones, con una penetración de Internet por encima del 50%. De la mano de Internet, también creció el crimen cibernético, figurando un costo de 3 billones de dólares en 2013 y afectando a 10 millones de personas.
Esto le ganó a México el título del segundo país latinoamericano con el mayor número de ciberataques y, por consiguiente, es el país que más invierte en ciberseguridad en la región, según Fortinet Security, proveedor mundial en dispositivos de seguridad de red y en gestión unificada de amenazas (UTM, por sus siglas en inglés).
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En nuestra generación, el Internet y la interconectividad que éstos proveen se han convertido en una necesidad, pero también implican un riesgo presente y latente. El crimen cibernético aumenta sus recursos financieros, humanos y tecnológicos, y ya no basta con que las organizaciones tengan la capacidad de contraatacar, sino que deben ser capaces de anticipar las posibles amenazas.
En el IMEF estamos convencidos de que la ciberseguridad es una tarea que no se puede postergar, de ahí nuestro interés en difundir el tema, mismo que puede consultarse en www.imef.org.mx .
*José A. Quesada es presidente de Ponencia y Sergio Solís es autor de la investigación.