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OPINIÓN: Cómo sobrevivir a tu primer día al frente de un equipo de trabajo

Uno de tus peores enemigos, no solo ese día, sino a lo largo de tu desempeño como líder a cargo de un equipo de trabajo, son las expectativas, señala Ivette de Jacobis.
sáb 14 abril 2018 07:00 AM
primer día de trabajo
Determinante Uno de los principales componentes de un buen liderazgo, es más, de un liderazgo inteligente y constructivo, es un saludable manejo psico-emocional, aseguran expertos. (Foto: Ridofranz/Getty Images/iStockphoto)

Nota del editor: Ivette de Jacobis es experta en resultados con Bienestar Personal. Síguela en su cuenta de Facebook ivettedejacobisv y Twitter @IvettedeJV . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

(Expansión) – En una empresa, el primer día al frente de un equipo de trabajo es uno de esos días especiales en la vida de los líderes. Además de haber algunos tips de comportamiento y actitud para ese día, te propongo que revisemos más a fondo el tema, para no solo sobrevivir a ese día, sino para que sea el inicio de una trayectoria enriquecedora y de un equipo de trabajo de alto rendimiento.

Cierto es que un buen liderazgo es determinante para que un equipo logre alcanzar sus objetivos. No obstante, uno de los principales componentes de un buen liderazgo, es más, de un liderazgo inteligente y constructivo, es un saludable manejo psico-emocional y para esto debemos tomar en cuenta que hay diversas emociones implícitas en ese primer día.

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Por un lado gran entusiasmo y motivación, y por otro lado, se pueden estar presentando emociones de inseguridad o de ansiedad. Éstas últimas pueden alterar en gran medida tu desempeño, comunicación y actitud ese primer día, así que vale la pena ver de dónde pueden surgir para que no te controlen y puedas manejarlas de manera inteligente.

Expectativas

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Un gran aliado de las emociones de inseguridad y de ansiedad, y al mismo tiempo, uno de tus peores enemigos, no solo ese día, sino a lo largo de tu desempeño como líder a cargo de un equipo de trabajo, son las expectativas. Las más fuertes y difíciles de manejar son las auto-impuestas, otras también muy desafiantes, son las que tiene el equipo al que empezamos a liderar. Ambas distorsionan significativamente la realidad y nos hacen perder la objetividad, sin embargo, en este artículo nos enfocaremos en las auto-impuestas que son las que pueden estar bajo tu control.

nullGeneralmente, este tipo de expectativas en nuestro desempeño como líderes provienen de la necesidad de ser aceptados, de no vernos titubeantes, de ser los mejores, y entre otras, de que parezca que sabemos todo; en resumen, de parecer perfectos. El resultado de todo esto te va a conducir a parecer inflexible, prepotente, distante, poco empático, imprudente y con poca disposición para aprender, no solo de los errores, sino de tu propio equipo de trabajo.

Mejor enfócate en no querer parecer perfecto, define claramente tus puntos a hablar y pregunta por sus ideas, de esta forma estarás desarrollando, flexibilidad, empatía, cercanía, tacto y humildad.

Proceso de cambio

Te va a ser de gran utilidad tomar en cuenta, desde ese primer día, que esto es un cambio que requiere de un proceso de conocimiento y adaptación. Tener en cuenta esto te va a ser de gran ayuda para no querer correr antes de caminar. En la medida de tu aceptación vas a poder presentarte de una forma en la que, desde un manejo psico-emocional auténtico y genuino, proyectes para tu equipo:

  • Apertura. Esta característica va a abrir desde el inicio una oportunidad para generar una confianza tal, que los miembros de tu equipo se atreverán a dar sus puntos de vista y proponer ideas de manera responsable.
  • Colaboración. Si desde ese primer contacto les dejar saber la importancia que tiene para ti la colaboración y tu disposición a involucrarte en la ejecución, tendrás la posibilidad de eliminar de entrada la resistencia que pueda haber por creer que ahora llega otro que solo les va a decir qué hacer.
  • Coherencia. Una buena relación comienza cuando el hablar y el actuar corresponden al 100%. Una buena forma de proyectar coherencia en ese primer día es mostrar tu disponibilidad para aprender de ellos, hazles preguntas con respecto a sus experiencias, qué sí funciona, qué cambiarían, y escucha con atención.

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Este es un proceso de cambio y adaptación que atañe a todos como equipo. Mantén tu enfoque en cómo avanzar juntos. Elimina cualquier tentación de parecer un sabelotodo durante el proceso y, más bien, contágialos de buena disposición para atravesar este proceso de cambio de la mejor manera posible, a fin de lograr resultados y un máximo desempeño como equipo.

Por último, si este es tu caso ¡Felicidades!

Hasta pronto.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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