¿Cómo está la economía de México a un año de las elecciones?

Hay que reconocer que México continúa manteniendo un marco macroeconómico sólido y estable, además de tener un sistema financiero fuerte, lo que permite tener cierta estabilidad en nuestra economía. Sin embargo, el gobierno del presidente López Obrador ha enviado algunas señales que no han sido bien recibidas por parte de los inversionistas.

La preocupación es porque tenemos un país sin un Estado de Derecho y el Ejecutivo federal no ayuda a generar certidumbre. La cancelación del aeropuerto de Texcoco fue la primera señal negativa, posteriormente el tema de los contratos de empresas con la CFE, el tema del sargazo en Cancún y sobre todo la falta de un plan de negocios y financiero creíble sobre el rescate que necesita Pemex.

¿Por qué no crece la economía de México? Un país que no cumple con la certeza jurídica en sus contratos tiene un impacto negativo en la inversión. México necesita urgentemente un plan o un acuerdo para impulsar la inversión pública y privada.

El gobierno del presidente López Obrador debe comprender que no se puede replicar el modelo desarrollo estabilizador, hoy tenemos una economía abierta.

Sin embargo, la inversión pública estaba arriba del 5% del PIB gracias a que el gobierno tenía finanzas públicas sanas y se financiaba con ahorro interno. La inversión privada era del 9.8% del PIB.

¿Por qué se lograron esas tasas de inversión en dicho periodo? Porque teníamos una economía que ahorraba, el ahorro público era del 5.4% del PIB y el ahorro privado el 9%.

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En la actualidad el gobierno es el que ha causado un desequilibrio en la economía de México porque NO AHORRA, gasta más de lo que tiene. El déficit del sector público alcanzó su máximo nivel en 30 años en el 2015, con 3.4% del PIB. Por eso es fundamental que el gobierno del presidente López Obrador tenga superávit en sus finanzas, pero además le hacen falta promover políticas públicas para aumentar el ahorro interno y así poder tener una mayor inversión.

Una señal contundente de que realmente se va a construir un Estado de Derecho será el combate a la corrupción, que hasta el momento solo ha quedado en declaraciones y discursos. Ya no estamos en la etapa de campañas y el mandato de los ciudadanos es claro: se tiene que combatir la corrupción y castigarla.

No se debe jugar con la economía de México y se deben tener políticas públicas responsables para tener un mayor crecimiento, por esta razón se necesita de un gabinete que esté a la altura del reto que está atravesando el país. Hace falta generar mayor confianza a inversionistas y a los ciudadanos de que se va a invertir, y hasta el momento no se ha logrado.

Nota del editor: Jorge Sánchez Tello es director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (FUNDEF). Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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