Mientras el Congreso de Estados Unidos avanza con paso firme en la aprobación del GENIUS Act, la primera ley federal que regula de manera integral las stablecoins, el mundo entero observa cómo se redefine el futuro del dinero digital. Pero este momento histórico no debe verse sólo como un triunfo estadounidense. Es una señal clara para México y América Latina: el futuro financiero será digital, transparente y regulado, y quienes se anticipen a este nuevo orden serán los verdaderos protagonistas.
La revolución del dinero ya comenzó. ¿México aún no define las reglas del juego?
México, epicentro emergente de la 'stablecoin economy'
En los últimos años, México ha tomado una posición estratégica en la adopción de stablecoins. Según el más reciente Finnovista Fintech Radar México, el 62% de las fintech cripto ya utiliza stablecoins como método de transacción, y se espera que esta cifra alcance el 77% en el corto plazo.
Las cifras son muy alentadoras. Se estima que para finales de 2025 habrá más de 15.6 millones de usuarios de stablecoins en México. Estas monedas digitales, respaldadas por activos reales y diseñadas para evitar la volatilidad, están transformando la manera en que millones de personas envían remesas, hacen pagos transfronterizos y participan en la economía digital.
El informe también revela que el 63% de las fintech cripto en México utiliza stablecoins para remesas entre personas, y el 50% para operaciones de comercio B2B internacional. Esto no solo muestra una adopción masiva, sino también una sofisticación creciente en su uso empresarial.
América Latina es una región donde cripto es necesidad, no moda
América Latina se ha consolidado como una de las regiones con mayor adopción de criptoactivos en el mundo. Según Chainalysis y Statista, países como Argentina, Brasil y México figuran entre los primeros 20 a nivel global en uso de criptomonedas. Más del 50% de los usuarios en la región invierten en cripto no para especular, sino como refugio ante la inflación, la inestabilidad monetaria o la falta de acceso a servicios financieros tradicionales. Esta realidad convierte al ecosistema cripto en una herramienta de subsistencia financiera y no solo en una innovación tecnológica.
El avance del GENIUS Act en Estados Unidos ofrece una ventana única para que los países latinoamericanos asuman un rol de liderazgo en la nueva economía digital. Ya no se trata sólo de adoptar tecnologías desarrolladas en otras partes del mundo, sino de ser protagonistas en la construcción del nuevo orden financiero, diseñando marcos regulatorios propios que combinen inclusión, competitividad y soberanía económica.
Ese liderazgo también requiere visión política. No basta con observar el ejemplo estadounidense: México y América Latina deben moverse con decisión y velocidad, adaptando el modelo a sus realidades fiscales, sociales y tecnológicas. La región no puede permitirse llegar tarde a una transformación estructural del sistema financiero.
Qué significa la aprobación del GENIUS Act y por qué es un parteaguas
La aprobación del GENIUS Act en Estados Unidos es un punto de inflexión global. Por primera vez, una potencia económica establece una ley federal que regula la emisión y operación de stablecoins con reglas claras: respaldo 1:1 en dólares, auditorías mensuales, protección al consumidor y apertura a actores internacionales que cumplan con estándares exigentes.
Esto permite al ecosistema cripto estadounidense salir del limbo legal, atraer capital institucional, y convertirse en un entorno confiable para la innovación. A su vez, marca un precedente para que América Latina diseñe sus propios marcos con confianza, certeza jurídica y proyección internacional.
Uno de los principales frenos para el crecimiento del ecosistema cripto, tanto en Estados Unidos como en América Latina, ha sido la falta de claridad regulatoria. Esta ambigüedad desincentiva a inversores institucionales, fondos de capital y bancos que buscan operar dentro del marco de la ley.
Con la aprobación del GENIUS Act, se abre una nueva era donde las altcoins reguladas y respaldadas pueden competir con legitimidad en el sistema financiero, y donde el capital institucional encuentra la confianza necesaria para participar a gran escala. Esto crea un efecto multiplicador: más inversión, más productos, más inclusión.
Tokenización e inclusión financiera, una dupla poderosa
La tokenización de activos, es decir, la conversión de bienes físicos o financieros en tokens digitales negociables, es una de las herramientas más prometedoras para democratizar el acceso al capital. Permite que pequeños inversionistas participen en proyectos antes reservados solo para grandes jugadores.
En una región donde millones de personas no tienen acceso a crédito formal ni instrumentos de inversión tradicionales, la tokenización representa una vía directa hacia la inclusión financiera, reduciendo barreras de entrada, aumentando la transparencia y descentralizando el poder financiero.
El GENIUS Act confirma lo que siempre creí: la innovación debe caminar de la mano de la confianza y la transparencia. No se trata de eliminar el riesgo, sino de gestionarlo con visión y responsabilidad.
Como fundadora de Unicoin y como mujer latinoamericana, celebro que el Congreso estadounidense haya dado este paso. Pero también hago un llamado a México y a sus líderes: no esperemos a que el futuro nos alcance; construyámoslo con reglas claras, integridad y propósito.
La comunidad latina debe ser protagonista, no espectadora
La revolución del dinero digital ya está en marcha. Pero para que realmente genere transformación, la comunidad latina, tanto en Estados Unidos como en América Latina, debe participar activamente. Eso implica informarse, exigir marcos regulatorios justos, apoyar proyectos éticos y desarrollar soluciones locales con ambición global.
Somos una comunidad resiliente, creativa y con una profunda comprensión de los desafíos económicos. Ahora, con un marco claro como el GENIUS Act como referencia, tenemos también el conocimiento para liderar esta nueva etapa.
Porque si el futuro del dinero se construye desde la confianza, la inclusión y la transparencia, entonces la comunidad latina está perfectamente posicionada para ser parte del cambio. O mejor aún, para dirigirlo.
____
Nota del editor: Silvina Moschini es una emprendedora tecnológica, fundadora de Unicoin y defensora del empoderamiento económico de las mujeres a través de la innovación.. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión