La COP 16 debe ser un 'Cancunazo' y no un 'Cancunhague': Evo Morales
La 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16) debe ser un Cancunazo y no un Cancunhague y lograr acuerdos que beneficien a los pueblos más afectados por los efectos del calentamiento global, consideró Evo Morales, presidente de Bolivia este jueves.
En una conferencia de prensa pronunciada tras su intervención en la plenaria de la COP 16, Morales dijo que se debe evitar que los países industrializados impongan acuerdos que lleven a situaciones como la ocurrida el año pasado en Copenhague.
"Tenemos muchas diferencias con potencias, con imperios, con organismos que no tienen la voluntad de cambiar el capitalismo, cuando el capitalismo no es una solución ni para el mismo capitalismo", expresó.
Bolivia, que forma parte de la Alianza Bolivariana de para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), junto con países como Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Cuba, se ha manifestado por un acuerdo climático que tome en cuenta las conclusiones del Acuerdo de los Pueblos, firmado en Cochabamba, Bolivia, en abril de este año y que las metas de reducción de emisiones vayan encaminadas a mantener el aumento de la temperatura a un máximo de 1.5 grados centígrados.
El Acuerdo de Cochabamba recoge las conclusiones de la primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra y pide a los gobiernos de los países considerar las demandas de los pueblos indígenas en las negociaciones sobre cambio climático y propone la creación de un tribunal internacional que sancione a los países que no cumplan con la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los bolivianos han sido los voceros del ALBA desde los primeros días de trabajo de la COP 16, que fue inaugurada el pasado 29 de noviembre, y también se han manifestado en contra de financiar con recursos privados el Programa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) y han exigido la adopción de un segundo periodo de compromisos bajo el Protocolo de Kyoto , que países como Japón han descartado.
Los países del ALBA se oponen a que el esquema de REDD sea financiado con mecanismos de mercado como la venta de bonos de carbono, pues aseguran que el valor de los bosques dependería del carbono que fijen y no por todos los servicios ambientales que brindan y que no necesariamente se traduce en la captura de CO2.
"A Cancún vinimos para salvar al planeta tierra, no para vender y hacer de la naturaleza una mercancía", dijo Morales durante su intervención en la sesión plenaria de la COP 16.
En la COP 15, celebrada el año pasado en Copenhague, Bolivia formó parte del grupo de países que se opusieron al Acuerdo de Copenhague y que decidieron no firmar el documento con las nuevas metas de reducción que impulsaron Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá.
En esa cumbre, Bolivia y Venezuela se levantaron de la mesa de negociación y señalaron una falta de transparencia por parte de los países que impulsaron el acuerdo.