Incluso los escépticos deben luchar contra el cambio climático
Nota del Editor: *Kumi Naidoo es director ejecutivo de Greenpeace International
AMSTERDAM (CNN)— Recientemente regresé a Amsterdam desde la última ronda de las conversaciones sobre el cambio climático de la ONU en Cancún , México, y encontré la ciudad de canales cubierta de nieve. Era un espectáculo hermoso. Sin embargo, en lugar de llenarme de alegría, me causó preocupación.
En los últimos años, los escépticos sobre el cambio climático han utilizado las olas de frío como prueba de que nuestro planeta no se está calentando.
Este argumento ignora el último análisis de la NASA, que clasifica al 2010 como el año más caluroso documentado, y el pronunciamiento de la Organización Meteorológica Mundial de que la primera década de este siglo es la más caliente desde que comenzaron los registros.
El calentamiento global no significa solamente que las temperaturas están aumentando constantemente. Aunque nuestro planeta se está calentando, un delicado conjunto de desequilibrios climáticos crean un aumento en eventos meteorológicos extremos.
Estos bien pueden incluir rachas dramáticas de calor así como poderosas tormentas de nieve, como las que cubrieron partes de Europa no acostumbradas a ver ese clima o los tramos más al sur de la costa este de Estados Unidos .
La mayoría de los científicos nos dicen que debemos frenar drásticamente nuestras emisiones de gas de efecto invernadero si queremos evitar un cambio climático catastrófico; para hacer esto será necesario movilizar a la gente en todo el mundo que todavía no está preocupada por el tema.
Si la evidencia científica puede ser enterrada, a los ojos de algunos, por una fuerte nevada solitaria, entonces debemos tener nuevas estrategias que generen el interés en este complejo problema y mantener el apoyo público y político para tomar acciones.
El caricaturista ganador del premio Pulitzer, Joel Pett, bien puede haber dado en el blanco con una caricatura que dibujó el año pasado sobre la cumbre climática en Copenhague, Dinamarca.
El boceto muestra a un científico dirigiéndose a una gran audiencia en la cumbre. Un espectador al lado izquierdo del panel pregunta a su vecino: "¿Y qué tal si esto es un gran engaño y creamos un mundo mejor para nada?". La respuesta aparece del lado derecho del panel, en donde la siguiente lista aparece en un pizarrón: independencia energética, preservación de las selvas, sustentabilidad, empleos verdes, ciudades habitables, energías renovables, agua y aire limpios, niños saludables, etc.
De hecho, hay algo para casi todo el mundo en la protección del clima.
Un pequeño grupo sin fines de lucro llamado Climate and Energy Project, puso en práctica esta idea en el 2007. Patrocinó un concurso de un año de duración entre seis ciudades de Kansas con el objetivo de lograr menos emisiones de carbono. Lo hicieron mediante la reducción del consumo de energía y la aceptación de fuentes renovables de energía.
Un estudio mostró que la mayoría de los residentes en esa región creían que el cambio climático era un engaño o que los recientes eventos climáticos simplemente eran el resultado de ciclos naturales del clima.
Los organizadores decidieron resaltar los beneficios más inmediatos de la reducción de emisiones de carbono, incluyendo independencia energética, desarrollo de la economía local y ahorros financieros. El New York Times informó en octubre que la estrategia del proyecto parecía haber tenido resultados.
En un año, se lee en el artículo, "el uso de energía en las ciudades se redujo hasta en un 5% en relación con otras zonas, un paso enorme en el mundo de la conservación de energía, donde un programa que obtiene una disminución de 1.5% es considerado exitoso".
La mayoría de las religiones más importantes del mundo también ofrecen motivos para comprometerse con la protección climática. Ya que al cuidar de los pobres y necesitados (comúnmente afectados de manera no proporcional por los desastres relacionados con el clima) y proteger el planeta de Dios son principios de la mayoría de las organizaciones religiosas del mundo, la protección ambiental comúnmente se ve como parte de lo que predican.
Algunos grupos hindúes y musulmanes, por ejemplo, están trabajando en el etiquetado de productos de manera especial para poder informar a los consumidores sobre el impacto al medio ambiente.
Del mismo modo, en todo el mundo, diversas organizaciones, incluyendo sindicatos, iglesias, organizaciones no gubernamentales y gobiernos, se están uniendo para encontrar soluciones al cambio climático.
En el 2010, la industria de combustibles fósiles ofreció, aunque por accidente, uno de los más grandes motivos para tomar acción en el calentamiento global. El derrame petrolero del Deepwater Horizon de BP tuvo como resultado la muerte de 11 trabajadores de la plataforma, las economías locales sufrieron enormemente, y tomará décadas para que la vida silvestre en la región se recupere.
La continua desintegración de la confianza pública en las políticas gubernamentales y empresariales y los procedimientos relacionados con el desastre, justificablemente, han tenido repercusiones durante mucho tiempo por venir.
Hablando con un amigo holandés, le comenté que la nieve, que provocó grandes dificultades para viajar en Europa, por lo menos fue algo maravilloso para los niños, que están afuera construyendo hombres de nieve. "Sí", me respondió, "pero cuando yo estaba creciendo, los vientos eran tan fríos que los canales se congelaban cada año y podíamos patinar sobre ellos". El año pasado fue la primera vez en una década que sucedió nuevamente.
El mundo ya no es el que conocíamos. No es posible dar marcha atrás sobre el cambio climático. Está en nuestro poder ayudar a conservar el planeta para las generaciones futuras.
*Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente de Kumi Naidoo.