Greenpeace: es un ecocidio autorizar un complejo turístico en Cabo Pulmo
La organización ambientalista Greenpeace criticó este jueves la aprobación condicionada que otorgó el gobierno mexicano a la constructora española Hansa Urbana para que edifique el complejo turístico Cabo Cortés en las inmediaciones del arrecife Cabo Pulmo, el único arrecife coralino en el Golfo de California, informó la agencia EFE.
La organización, que en agosto del año pasado se sumó a una campaña impulsada por varias organizaciones de la sociedad civil para la defensa del arrecife, considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, indicó en un comunicado que la Secretaría de Medio Ambiente de México "incumple su cometido de proteger el medio ambiente" al otorgar a Hansa Urbana "una resolución que le permite destruir Cabo Pulmo".
La Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) expresó el martes que permitirá la construcción de ese desarrollo, un monumental destino turístico integralmente planeado sobre una superficie de 4,000 hectáreas que colinda con Cabo Pulmo, pero con una serie de restricciones, y condicionó algunas obras a la realización de estudios adicionales.
Este jueves, la Semarnat respondió a Greenpeace en un comunicado que "vigilará en todo momento" que se cumpla la ley y que está en "capacidad para dar seguimiento a las condiciones" que impuso a la obra.
Greenpeace lamentó que el gobierno mexicano argumente que los criterios ecológicos no son obligatorios sino "inductivos", y afirmó que las limitaciones impuestas al proyecto son "leves".
"Lo cierto es que con esta decisión el megadesarrollo Cabo Cortés podría seguir adelante aún cuando, tal y como se ha aprobado, seguiría teniendo un impacto destructivo sobre el medio ambiente", señaló el grupo ecologista.
"La interpretación de Semarnat es errónea, los criterios ecológicos son obligatorios", señaló en la nota Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de Oceános y Costas de Greenpeace México.
De acuerdo con información de la Auditoría Superior de la Federación retomada por Greenpeace México, solo en 2009 la Secretaría de Medio Ambiente autorizó 62 manifestaciones de impacto ambiental de proyectos que destruirían manglar.
Las autoridades aprobaron el desmonte de 1,248 hectáreas para la construcción de dos campos de golf de 18 hoyos, avenidas, 17 kilómetros de acueductos, una marina para 490 embarcaciones y 27,111 cuartos, casi la misma cantidad de habitaciones (28,000) que tiene Cancún, el mayor destino turístico del país.
Cabo Pulmo tiene unos 20,000 años, lo que lo convierte en uno de los más viejos del Pacífico americano, y es hogar de 226 de las 875 especies de peces que existen en el Golfo de California, en el noroeste de México, de acuerdo con información oficial.
En el lugar es común ver cuatro especies de tortugas, delfines, lobos marinos, y tiburones ballena, tigre y toro. Además, es ruta de paso de ballenas jorobadas y azules.
Cabo Pulmo fue declarado en 1995 área natural protegida por las autoridades del país y actualmente es un parque nacional con 7,111 hectáreas, el 99% de ellas en el mar.
"Que la Semarnat apruebe la construcción de una nueva ciudad en una zona semidesértica es un ecocidio para el parque marino de Cabo Pulmo ", aseguró Patricia Arendar directora ejecutiva de Greenpeace México.
El gobierno mexicano de momento impide a Hansa la edificación de presas de gaviones, bordos de contención, una planta desalinizadora y de una estación de depuración de aguas residuales hasta que se desarrollen nuevas evaluaciones de impacto ambiental.
Tampoco autorizó la construcción de espigones ni rompeolas hasta que no se cuente con nuevos estudios que aseguren la protección de las dunas y de Cabo Pulmo, entre otras cosas.
De acuerdo con un informe del Instituto de Recursos Mundiales, el 75% de los arrecifes de coral en el mundo se encuentran en peligro por la actividad humana y el cambio climático.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica aseguró que los resultados eran "una llamada de atención para los responsables políticos, líderes empresariales, cuidadores del océano" para preservar lo que el ambientalista Al Gore ha descrito como "una de las fuentes de belleza y asombro en el mundo".