Mujeres de Bangladesh crean 'eco-escuadrones' para cuidar la naturaleza
En el sur de Bangladesh, un pequeño grupo de mujeres lleva la batuta en la protección del medio ambiente .
Esposas, madres y aldeanas tienen además de sus responsabilidades habituales, una muy especial en sus comunidades: son las guardianas de la Reserva de Vida Silvestre de Chunati.
Todos los días patrullan los bosques acompañadas de guardabosques del gobierno. Caminando silenciosamente a través de los árboles, ahuyentan a quienes dañen la vida del lugar o los árboles centenarios.
"Cuando llegamos con nuestros vestidos verdes, los taladores ilegales huyen de nosotras, se esconden", dice Dilwara, una miembro de la patrulla.
En los años posteriores al inicio de sus vigías, dice a CNN, han visto cómo renace el santuario y sus 77 kilómetros cuadrados.
La reserva, que alguna vez estuvo severamente dañada por la tala y la agricultura, comienza a recuperarse. El escuadrón ha encontrado aves silvestres, monos, zorros e incluso elefantes.
Los patrullajes comunitarios son sólo un aspecto de un plan más amplio para resanar Chunati. Fundada por la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés) y la Agencia de Desarrollo alemana GTZ, el programa apoya la alianza entre el gobierno y las comunidades para que ambos aprovechen las ventajas de cuidar la naturaleza y la vida salvaje.
Esto se ha traducido en la recuperación de este santuario de 25 años que sirve como un corredor para los elefantes asiáticos que migran entre Bangladesh y Myanmar.
La líder comunitaria Amin Khan solía ser cazadora en al región. Ahora está convencida que sus actividades dañaron la biodiversidad del área, por lo que trabaja con el gobierno para ayudar a la conservación de la reserva. Ella afirma que el cambio positivo sólo es posible cuando el gobierno ofrece trabajo y oportunidades para los aldeanos en el santuario.
Por ello, el gobierno de Bangladesh ahora permite la tala dentro de áreas designadas de Chunati. Los miembros de la comunidad pueden plantar, talar y vender árboles en partes del bosque, sin dañar a los árboles más antiguos. Ellos guardan el 75% de las ganancias y el resto es usado para la reforestación.
El exitoso modelo de coadministración en Chunati ha sido replicado en el país. En 2008, USAID lanzó un programa de 13 millones de dólares para promover estos esfuerzos de conservación. Ahora hay otros 26 proyectos similares en Bangladesh.
Aunque dentro del grupo de mujeres patrulleras hay algunas voluntarias, reciben un apoyo de 50 dólares por unirse al programa. Muchas de ellas compraron vacas con ese dinero para consumir y vender leche y tener un ingreso extra.
Además obtuvieran una ganancias menos tangible: el respeto de sus aldeas .
"Esto es por nuestro honor", dice Hosneara, otra miembro en los patrullajes. "Si hay árboles en nuestros bosques, esto ayudará a nuestras comunidades".