¿Vale la pena arriesgar el medio ambiente por la energía nuclear?

En este texto, Malcolm Grimston del instituto Chatham House y Kumi Naidoo de Greenpeace, expresan sus opiniones sobre el tema de la energía nuclear. Participa en este debate y déjanos tu opinión.
(CNN) — Cuanto más cambian las cosas, más permanecen sin cambios.
Las explosiones en la planta nuclear de Fukushima , las fugas de materiales radiactivos hacia el mar y la tierra, junto con los heróicos trabajadores que soportan altas dosis de radiación, conforman un problema nuclear serio aunque no comparable con Chernóbil.
Los efectos de los peores accidentes con energía nuclear, en Three Mile Island en el estado de Pennsylvania , en Estados Unidos, y en Chernóbil, Ucrania , fueron severos.
Varios países dejaron sus planes para construir plantas nucleares o decidieron abandonar el uso de sus reactores existentes. Los requerimientos de seguridad eran costosos, retrasaban los tiempos de construcción, o hacían inoperantes los complejos nucleares por no poder organizar planes de contingencia.
Pero Fukushima no cambia los argumentos básicos de la energía nuclear. De los 13 reactores que operaban al momento de que ocurriera el terremoto de una intensidad de 9 grados, y que provocó olas de 14 metros, sólo cuatro de los más viejos que fueron construidos en las décadas de 1960 y 1970 sufrieron daños considerables.
El incidente demuestra la extraordinaria seguridad y la solidez de las estaciones nucleares más modernas. A pesar de la tragedia que cobró más de 12,000 vidas hasta el momento, las emisiones radiactivas de los primeros cuatro reactores de Fukushima Daichii añaden una sóla tragedia que se manifestará a largo plazo.
Pero la principal pregunta permanece en el aire: ¿si no es energía nuclear, que alternativa queda?
Para Japón, el futuro llegó temprano. Los nipones importan el 84% de su demanda de energía. No tienen petróleo ni gas, queda poco carbón y hay recursos renovables limitados. Una mayor dependencia de la ex Unión Soviética o del conflictivo Medio Oriente no son un alternativa atractiva.
2011 no es 1986. En aquel año los precios del crudo estaba cayendo, pero hoy el precio de los barriles continúa subiendo y arrastra al carbón y al gas junto con él.
El cambio climático era apenas una curiosidad científica en 1986, pero ahora es el principal problema medioambiental de nuestros tiempos.
Hoy los nuevos reactores están diseñados para autoabastecer de energía sus sistemas de enfriamiento y permanecer seguros.
Claro que necesitamos revisar los estándares de los antiguos reactores y examinar el consumo de combustibles, y tal vez podamos encontrar nuevas lecciones sobre su manejo.
El caso para la energía nuclear nunca fue tan perfectamente seguro. Es indudable que los retos de la creciente demanda de energía, por la reducción de las reservas de hidrocarburos y el cambio climático, no tienen una solución fácil pero la alternativa nuclear puede ser de ayuda. Nada de lo que ha pasado en el último mes cambia esto.
--Malcolm Grimston
Sin lugar para la energía nuclear
La energía nuclear con todos sus peligros, los accidentes catastróficos y los desechos radioactivos que permanecen miles de años sólo da aportaciones insignificantes al cambio climático.
Está enfocada únicamente para generar electricidad. No sirve para impulsar los automóviles, los aviones, camiones o los buques.
De acuerdo a la conservadora Agencia Internacional de Energía, incluso si se activara un reactor nuclear cada 10 días a partir de ahora y hasta el 2050 sólo serviría para reducir las emisiones de carbono en un 4%.
Hay una forma mucho más segura y equitativa de darle energía a nuestras sociedades . Greenpeace y el Consejo de Energía renovable de Europa han desarrollado un escenario en el que buscan demostrar que las necesidades energéticas de las sociedades pueden ser abastecidas un 95% con fuentes renovables para 2050: energía confiable que genera empleos, mayor distribución equitativa de la energía, y la estabilidad en los precios de la energía solar y eólica. Con este plan no se necesitarían más reactores nucleares.
Y esto no es sólo teoría, ya ocurre. En España, el 35% del abasto energético proviene de fuentes renovables, el 16% es energía eólica. Portugal cambió su red energética de un 15 a 45% a fuentes renovables en sólo cinco años. Y la capacidad para generar energía solar es mayor que seis reactores como los de Fukushima juntos.
Conforme nos acercamos al primer aniversario de la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon y del derrame petrolero en el Golfo de México, mientras observamos el desarrollo de los sucesos en Japón, vale la pena un verdadero diálogo con aquellos que apoyan opciones peligrosas como los combustibles fósiles y la energía nuclear.
Los peligros que conlleva son muy relevantes como para ignorarse y los riesgos son innecesarios. Nuestro planeta ya nos ha dado una alternativa sustentable: una (r)evolución basada sólo en fuentes energéticas limpias, sanas y seguras.
--Kumi Naidoo
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