La batalla en el Ártico que causó el arresto del director de Greenpeace
El director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, quedó arrestado este viernes, junto con el activista noruego Ulvar Arnkvaern, por escalar a la plataforma petrolera Leiv Eriksson, ubicada en las aguas del Ártico.
Naidoo exigía que se le entregara una copia del plan de contingencia que debería tener la empresa escocesa Cairm Energy, que maneja a la plataforma petrolera, en caso de que ocurriera un desastre como el que tuvo lugar en el Golfo de México por el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon de la empresa BP.
Hasta el sábado por la mañana, Greenpeace desconocía el procedimiento de las autoridades danesas para las siguientes horas, o incluso los próximos días. Naidoo y Arnkvaern después de ser detenidos llegaron a Nuuk, capital de Groenlandia, que es un territorio autónomo perteneciente a Dinamarca.
De acuerdo con Greenpeace, han solicitado en repetidas ocasiones a Cairn Energy que el plan se haga público, pero la empresa afirma que las autoridades de Groenlandia no le permiten publicar el documento.
Ahora Naidoo se ofreció a escalar de nueva cuenta la plataforma y entregar además un documento con 50,000 firmas de distintas partes del mundo, para pedirle a la empresa que detenga sus planes de exploración petrolera.
“La carrera por el petróleo del Ártico es una amenaza para el clima y para este hermoso y frágil ecosistema", declaró Naidoo en un comunicado difundido por la organización ambientalista.
Una lancha inflable había llevado a Naidoo desde el barco Esperanza de Greenpeace hasta la plataforma, donde evadió el cerco impuesto por la marina danesa que resguarda la zona de exclusión establecida por una corte holandesa a petición de Cairm, imponiendo una multa de unos 170,000 pesos por entrar en ella.
A finales de mayo, esta organización ambientalista había realizado otra protesta para impedir que la Leiv Eriksson iniciara operaciones , pero fueron retirados de la plataforma.
Cairn Energy es la primera compañía que participa en la séptima ronda de perforaciones en busca de petróleo en las heladas aguas de Groenlandia desde 1976, aunque hasta ahora ninguna ha tenido éxito por las limitaciones tecnológicas o la falta de rentabilidad económica, de acuerdo con información de EFE.
Las grandes petroleras también se han mostrado interesadas en participar en futuras prospecciones en la costa oeste de esta región autónoma de Dinamarca, donde los expertos calculan que puede haber unas reservas de 18,000 millones de barriles de crudo.
Los temores sobre la dificultad de poder responder de manera adecuada a un derrame de petróleo fueron confirmados en un correo electrónico entre el Departamento Británico de Asuntos Exteriores y el secretario de Energía y Cambio Climático del Reino Unido, Chris Huhne, del que tiene copia Greenpeace por una petición de información, añade el diario The Guardian.
En el documento, que cita a Hune, se afirma que podría haber un daño “significante”, y que comparado con el derrame del Golfo de México “el impacto medioambiental sería mucho mayor, debido a las bajas temperaturas y por la falta de sol en el invierno que inhibe la presencia de las bacterias que degradan el petróleo”.
“El ecosistema del ártico es particularmente vulnerable y la respuesta de emergencia sería mucho más lenta por ser un área remota y con bajas temperaturas”, explicaba Huhne, de acuerdo con The Guardian.
El área donde Cairn Energy intenta taladrar es conocida como el callejón del iceberg (Iceberg Alley), que se localiza en la Bahía de Baffin, una región donde existen cientos de icebergs flotando entre las aguas gélidas.
La bahía es hogar de entre el 80% y 90% de la población mundial del narval, también conocido como la ballena unicornio. La región también es hogar de ballenas azules, osos polares, focas, tiburones y muchas aves migratorias, puntualiza Greenpeace.