La deuda de EU y el cambio climático, víctimas de extremismos ideológicos
La capacidad de regeneración del planeta y la capacidad regeneración económica en Estados Unidos tienen un denominador común: falta de argumentos sólidos por parte de sus críticos, según el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore.
Gore, uno de los líderes más reconocidos por su lucha contra la crisis medioambiental , publicó este martes en su blog que los miembros del Partido Republicano y el Partido del Te, ambos pertenecientes al ala de derecha en el Congreso, han favorecido los extremismos ideológicos e ignorado los argumentos racionales, ya sea en el tema económico o medioambiental.
Los congresistas debaten sobre la solución para elevar el límite máximo de deuda en Estados Unidos, lo que significa que la principal economía del mundo está a punto de agotar su capacidad para pagar sus deudas, y de no lograr un acuerdo podría llevarlo a declarar una moratoria. Los Demócratas promueven el aumento de impuestos, mientras los Republicanos el recorte de gastos del gobierno.
“El mismo problema afecta al debate sobre el cambio climático. A pesar de la unanimidad en los científicos de la mayoría de los países y de las sociedades científicas, muchos ‘ideólogos’ se aferran a que estos hechos son erróneos, que los científicos están perpetuando un fraude, que es una estrategia de su avaricia para conseguir mayores financiamientos o que secretamente se proponen aumentar la expansión del gobierno”, escribió Gore, miembro del Partido Demócrata.
Señala también que negar las consecuencias del calentamiento global tiene los mismos efectos negativos para el mundo que minimizar las consecuencias de que Estados Unidos declare una moratoria en sus pagos de deuda.
La falta de acuerdo entre los políticos estadounidenses, ya sea sobre el ‘techo de la deuda’ o el calentamiento global, terminará por mermar la “conversación democrática” y la vitalidad del debate público, lo que ha sido esencial en la toma de las decisiones correctas.
Gore añade que “cuando una nación toma decisiones crucialmente importantes basándose en información falsa que no ha sido corroborada por una sana discusión construida en hechos, el interés público se ve severamente dañado”.
“Eso es exactamente lo que está sucediendo con las discusiones sobre la crisis climática. Las evidencias desmienten cualquier duda sobre la irresponsable emisión de gases contaminantes a la atmósfera, que están mostrando las consecuencias predichas por científicos desde hace tiempo”.