La NASA asegura que los desastres naturales tienen un denominador común
A finales del verano de 2010, extensos incendios se expandían en los bosques al oeste de Rusia y severas lluvias inundaban el norte de Pakistán.
A pesar de los 2,400 kilómetros que separan ambos países, los dos desastres naturales son consecuencia de un mismo fenómeno climático, según la NASA.
Un estudio divulgado recientemente por la agencia espacial concluyó que tanto los incendios como las inundaciones alcanzaron su máxima intensidad casi a la par, lo que reforzó la tesis de que ambos desastres naturales fueron consecuencia del mismo fenómeno climático en la región debido a una ola de calor.
Durante el verano de 2010, las corrientes de aire caliente por lo regular cruzan desde el oeste de Rusia hacia la región de Eurasia en cinco o seis días, pero en ese mes de julio las altas temperaturas no pudieron desplazarse hacia el sur por un "extraño fenómeno" llamado el bloqueo Omega.
Las temperaturas en Rusia fueron inusualmente altas durante este periodo por el estancamiento del calor. La lluvia escaseó, los bosques rusos se secaron y para inicios de agosto se habían registrado unos 700 incendios forestales, lo que además disparó los índices de contaminación en los centros urbanos.
El bloqueo Omega también ocasionó corrientes de aire inusuales sobre Pakistán, la alta presión empujó hacia regiones más bajas el aire frío y seco de las montañas de Siberia, que chocó contra el aire caliente del norte pakistaní. Por ello las lluvias del monzón se desplazaron hacia el noroeste del país y no hacia el sur con dirección a la India, causando una de las peores inundaciones registradas en ese país.
El Departamento Meteorológico de Pakistán reportó un aumento en las precipitaciones del 70% en julio y del 103% en agosto de 2010. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional estima que unas 18 millones de personas resultaron afectadas por la inundaciones
Según la información de los satélites de la NASA, las olas de calor generadas crean un ciclo en el que las sequías se intensifican debido a la falta de nubes que evitan que los rayos del sol evaporen el agua de la superficie, lo que a su vez impide que se acumule agua que al evaporarse forma más nubes.
Aunque el estudio subraya la relación de interconexión que puede haber entre dos fenómenos climáticos, William Lau, uno de los autores del estudio de la NASA, añade que aún quedan muchas preguntas sobre el tema. “¿Cómo se pudo haber generado un bloqueo tan poderoso?, ¿Pueden las características terrestres y atmosféricas reforzar estos fenómenos?”.
Con ello, Lau espera subrayar el grado de interconexión que hay entre los fenómenos climáticos aparentemente separados.