Greenpeace cumple 40 años de activismo 'creativo e irónico'
Hace cuatro décadas, mientras jóvenes pacifistas protestaban contra la guerra que libraba Estados Unidos en Vietnam, un grupo optó por defender otra causa: el medio ambiente.
Greenpeace nació con una protesta contra las pruebas nucleares en el Pacífico norte, liderada por los activistas Jim Bohlen, Irving Stowe y Paul Cote, en septiembre de 1971.
Sus pilares: ambientalismo, pacifismo y denunciar desde el lugar de los hechos; la idea era formular campañas creativas e irónicas, para llamar la atención de los medios de comunicación, explica Patricia Aréndar, directora de Greenpeace México.
"Este grupo decide desde un precepto de la religión cuáquera que un elemento central y fundante de nuestra organización es la de dar testimonio en el lugar de los hechos, con diferentes herramientas. Van a ir para dar constancia al mundo de manera crítica de lo que está pasando y que no puede seguir así".
Desde sus inicios, los barcos han sido la herramienta principal para el posicionamiento de temas en la agenda internacional y un símbolo de presión política.
El primer elemento de esta 'flota verde' fue el Phyllis Cormack, un barco rentado que fue usado para detener las pruebas nucleares de Estados Unidos en las costas de Alaska.
Otro navío emblemático es el Rainbow Warrior, el cual fue hundido en 1985 por agentes del gobierno de Francia; protestaban contra las pruebas nucleares llevadas a cabo en el sur del océano Pacífico. Posteriormente, se comprobó la responsabilidad de Francia en el asunto, y tuvo que pagar una indemnización al organismo.
Con el dinero obtenido, Greenpeace adquirió en 1989 el Rainbow Warrior II, el cual, después de 20 años de servicio, permanece en las costas de Bangladesh y funciona como hospital.
Ahora, la organización se prepara para recibir a la tercera generación de este barco, que se sumará a su flota compuesta por el Artic Sunrise, el Esperanza, y el Argus. "Los barcos nos han permitido dar testimonio sobre la pesca ilegal, las pruebas nucleares, y para mostrar la importancia de proteger a los océanos. Son una herramienta fundamental para las acciones directas no violentas y para realizar investigaciones in situ", comenta Aréndar.
Para que las acciones de Greenpeace sean efectivas, explica la directiva, el organismo trabaja en distintos niveles: en el ámbito de presión política, la organización de campañas mediáticas y en el cambio de hábitos entre las personas. "Esta facilidad que tenemos de presionar localmente y levantar una campaña global ha sido algo sumamente exitoso".
Pero sus acciones les han traído problemas con las autoridades. Recientemente, el director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo , fue detenido por ingresar a la plataforma petrolera Leiv Eriksson, ubicada en las aguas del Ártico.
"Nosotros tenemos una estrategia legal, entonces hay un bufete de abogados que trabaja pro bono para defender a los activistas o para defender el cuestionamiento legal", dice la directora.
Las campañas en las redes sociales se han sumado a su estrategia, lo que de acuerdo con Patricia Aréndar, les ha permitido ganar más adeptos.
México, agenda pendiente
Greenpeace llegó a México en 1993. Desde entonces, su meta ha sido buscar la conformación de leyes más efectivas para la protección del medio ambiente y haya transparencia y rendición de cuentas en los programas que atienden esta materia.
Aréndar dice que el agua es un foco rojo en la agenda ambiental de México, pues sólo un 25% de los ríos y lagos no están contaminados.
La deforestación es otro de los temas que deben considerarse, dice la directora de Greenpeace México, así como detener la promoción de las energías fósiles y lograr más compromiso de las autoridades respecto al cambio climático.
"La clase política en México, particularmente, no toma en cuenta al medio ambiente para ningún diseño de programa de desarrollo nacional; y a nivel mundial, seguimos viendo la pérdida de masa forestal en la Amazonía, en Indonesia, y un escaso interés de los gobiernos mundiales a comprometerse a una reducción obligatoria de emisiones", critica.