Wangari Maathai fue una promotora de la ecología y los derechos humanos
La keniata Premio Nobel de la Paz de 2004, Wangari Maathai, falleció la noche del domingo en Nairobi, a los 71 años, víctima de un cáncer de ovarios, informaron medios locales, de acuerdo con la agencia de noticias EFE.
Maathai fue una afamada ecologista, activista social y que comenzó su carrera política en 2002.
La muerte de Maathai es "una gran pérdida para todos los que la conocían" y para quienes "admiraban su determinación para hacer un mundo más pacífico, más sano y un lugar mejor", lamentó el Movimiento del Cinturón Verde (GBM, por sus siglas en inglés), fundado por la activista en 1977, a través de su página web.
El GBM, uno de los programas de más éxito de protección medioambiental, gracias al cual se han conseguido plantar unos 40 millones de árboles en África.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con sede en Nairobi, lamentó la pérdida de "una fuerza de la naturaleza" que "movilizó a las comunidades para debatir sobre conservación y desarrollo sostenible".
El director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, aseguró que Mathaai fue "una gran amiga y un icono del movimiento medioambiental".
La conservacionista se enfrentó al régimen del expresidente de Kenia, Daniel Arap Moi para salvar el bosque de Karura, el pulmón de Nairobi, y luchó contra la construcción de un rascacielos en el céntrico parque capitalino de Uhuru ("libertad", en swahili).
Su lucha contra el opresivo régimen de Moi y sus esfuerzos por conservar el Medio Ambiente le valieron el Premio Nobel de la Paz en 2004, la primera mujer africana en obtener este galardón.
El Comité Nobel de Oslo subrayó que Maathai tuvo un acercamiento global al desarrollo sostenible que "abraza la democracia, los derechos humanos y en particular los derechos de la mujer".
Asimismo, Mathaai, nacida el 1 de abril de 1940, se solidarizó con las madres de presos políticos bajo el régimen de Moi y participó en una huelga de hambre para luchar por su liberación.
Maathai apoyó recientemente a las indígenas mexicanas Valentina Rosendo e Inés Fernández, quienes fueron víctimas de violación sexual a manos de militares en el estado occidental de Guerrero. En un documento firmado por Maathai, y otras cinco mujeres galardonadas con el Premio Nobel de la Paz, se denunciaba la nula voluntad del gobierno mexicano para cumplir con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH).
El asesinato de la activista mexicana Marisela Escobedo Ortiz y de su hija Rubí Marisol Frayre a finales de 2010, fue condenado por la activista keniata junto con Rigoberta Menchú, de Guatemala, Jody Williams, de Estados Unidos, Shirin Ebadi, de Irán y Mairead Maguire y Betty Williams, de Irlanda, quienes también han recibido el Nobel de la Paz.
En 2002 fue elegida diputada por Tetu, en el distrito de Nyeri, y ocupó un destacado cargo en el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales durante el primer Gobierno del actual presidente de Kenia, Mwai Kibaki.
Licenciada y postgraduada en Biología en Estados Unidos en los años 60, cursó estudios superiores también en Alemania y figura entre las primeras mujeres en África oriental y central en obtener un título de doctorado, en Anatomía Veterinaria.
Su asistente personal, Lucy Wanjohi, indicó a la emisora local Capital FM que la activista fue hospitalizada en varias ocasiones durante las últimas dos semanas por un rápido deterioro de su salud.
Maathai tenía tres hijos y una nieta.