El reciclaje y la reducción de materiales marcaron los diseños de Apple
El estilo de vida que ha impuesto Apple implica la emisión de 15 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero, según datos difundidos por la propia empresa.
Sin embargo, los productos de Apple han sido reconocidos por poseer un diseño que los distinguió de los demás productos tecnológicos. Esta transformación surgió a partir de una necesidad del mercado: la de poder desamblar de manera sencilla los componentes dañinos de sus productos, como arsénico, mercurio, ftalatos y cloruro de polivinilo (PVC), una vez que son desechados.
“El diseño de Apple buscaba poder separar los componentes tóxicos de estos dispositivos una vez que se convierten en basura electrónica. El reto era poder separar el chasis y las baterías, que eran un problema común en muchos lados. Además Apple ahora está usando materiales como el aluminio, que es totalmente reciclable”, explica el diseñador de productos, Ariel Rojo.
Además de esa separación, los productos de la manzana utilizan cada vez menos materiales, lo que según la empresa, se ha traducido en una menor emisión de carbono. En concreto, asegura que de 2007 a 2011 se redujo un 90% la emisión de carbono en la fabricación de Apple TV y un 52% con la fabricación de la Mac mini.
En términos de diseño, cuando Jobs presentó en 1998 la iMac, cuya forma curva y sus distintos colores llamaron la atención de muchos, demostró que esta empresa tecnológica buscaba una manera de integrar el arte con la computación.
“Fue una decisión de humanizar la industria”, apunta Rojo. Esta mentalidad fue también la que impulsó su búsqueda de soluciones para reducir el impacto de la empresa en el medio ambiente.
El compromiso verde de Apple también alcanza a sus empaques. El transporte de sus productos representa alrededor del 6% de sus emisiones totales. En cuatro años, el tamaño del empaque del iPhone se redujo casi a la mitad, lo que permite tener hasta un 80% más de cajas por contenedor de envío.
“Tienes el mismo producto, pero sus empaques usan menos materiales y les permite trasladarlos de manera más eficiente. Recordemos que sus empaques son de millones de piezas. Detalles tan pequeños como esos son los que marcan la diferencia”, señala Rojo.
La iCloud, uno de los productos que será lanzado el próximo 12 de octubre, ofrece también la posibilidad de ahorrar espacio físico y, por lo tanto, un menor consumo eléctrico en servidores individuales.
Pero Ariel Rojo explica que el principal aporte de la nube informática es la “capacidad electrónica de la cooperación”. Entre más mentes se involucran en un proyecto, los resultados son mucho mejores. Y esto implica que no se necesita transportar a los individuos para realizar proyectos colectivos.
La movilidad también representa un punto importante para la empresa que dirigió Jobs, ya que sus empleados cuentan con un programa de transporte gratuito, que funciona con biodiesel, y promueve el compartir el automóvil entre compañeros de trabajo.
Apple estima que al año ayuda a reducir unas 10,135 toneladas métricas de CO2 con sus programas de movilidad.