Ambientalistas critican la nueva ley forestal de Brasil
El senado de Brasil aprobó una controversial legislación forestal, que tenía el apoyo de agricultores y granjeros, pero era mal vista por activistas medioambientales.
Quienes apoyaban la propuesta dijeron que las nuevas normas ayudarán a reducir las emisiones de carbono y establecer leyes más realistas contra la deforestación, en la que se ha convertido en la región de mayor crecimiento en agricultura.
La ley reduce el porcentaje de terreno que los agricultores y granjeros deben mantener como bosque o selva. También otorga amnistía a otros casos de deforestación ilegal.
Los críticos aseguran que la ley alentará a los desarrolladores para continuar con la deforestación de la selva del Amazonas, mientras que sus simpatizantes dicen que empata la realidad con el marco legal de Brasil.
Después de un largo debate, los senadores brasileños aprobaron la legislación 59 votos a favor y 7 en contra.
La nueva legislación forestal ahora pasará a la Cámara baja para su aprobación y posteriormente deberá ser firmada por la presidenta Dilma Rousself.
En años recientes, los terratenientes y los desarrolladores, así como el gobierno, han invertido millones para impulsar el crecimiento de la producción de granos de soya, de carne y han construido grandes presas hidroeléctricas en la región .
“Brasil debe preocuparse por el medio ambiente, pero al mismo tiempo tiene la responsabilidad de alimentar al mundo”, dijo el senador Jorge Viana en un comunicado del grupo a favor de la ley.
Brasil es el principal exportador de carne en el mundo y el segundo en soya.
El lunes pasado, el país sudamericano anunció que las cifras de deforestación del Amazonas habían tocado un mínimo histórico, lo que es usado como un argumento a favor de la ley.
Dentro de la normatividad aprobada, los terratenientes y agricultores todavía deberán preservar áreas de bosque y selva y hacer labores de reforestación para ayudar a recortar las emisiones de carbono.
También incluye límites más estrictos y multas más severas.
Los activistas medioambientales dijeron que la renovación de las antiguas leyes era necesaria, pero que es excesiva la amnistía que otorga.
El grupo Greenpeace Brasil llamó al martes en que se aprobó como un “Día de vergüenza”.
Se espera que el documento llegue a las manos de la presidenta Rousseff a inicios del siguiente año. Esto podría significar un reto para la líder, que ha dado su apoyo a proyectos de desarrollo, pero también deberá responder al sector de izquierda dentro de su coalición.