Chuy, un cocodrilo que vivió más de 10 años como mascota va a un zoológico
Mide 2.35 metros, tiene entre 60 y 70 dientes, pesa 86 kilos y es una especie en extinción. Se trata de Chuy, un cocodrilo que hasta hace unos días vivía con una familia en el municipio de Tlaquepaque, en el estado de Jalisco, ubicado al occidente de México.
Su dueño lo adquirió cuando apenas era una cría. Hoy tiene entre 12 y 14 años —puede llegar a vivir hasta 100 años, según la Enciclopedia de la Vida — e irá a un nuevo lugar: el Zoológico Guadalajara, donde una novia lo espera.
Chuy es un cocodrilo Acutus, una especie amenazada en México y en Estados Unidos , de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natuales (Semarnat) de México y el Servicio de Peces y Vida Silvestre de EU.
La semana pasada, Salvador Venegas, de 64 años, llamó a la oficina de Protección Civil en Tlaquepaque para entregar al reptil, que fue la mascota de su familia por más de una década en el municipio que forma parte de la zona metropolitana de Guadalajara, capital de Jalisco.
Venegas ha rechazado hablar con los medios de comunicación sobre Chuy. Sin embargo, contó a las autoridades que lo adquirió cuando tenía entre uno y dos años y desde entonces ha vivido en el patio de su casa, alimentado principalmente de pollo.
El cocodrilo fue llevado al Centro de Conservación e Investigación de la Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), donde estuvo una semana. Después lo trasladaron al zoológico ubicado en la capital de Jalisco.
"Está un poco obeso, pero con una dieta balanceada y más ejercicio recuperará masa muscular", dijo David Espinoza, jefe del herpetario, el área donde permanecerá Chuy durante los próximos 40 días.
Hasta la primera quincena de febrero, el centro con sede en Guadalajara tenía bajo su resguardo 646 animales, desde tarántulas hasta un jaguar, dijo a CNNMéxico, Andrés González Rodríguez, coordinador del instituto.
Estas unidades, de las cuales hay seis en el país, reciben a los ejemplares que provienen de decomisos, aseguramientos o que son entregados de manera voluntaria.
De acuerdo con González Rodríguez, el número de animales asegurados es variable, pero en promedio reciben unos 400 al año.
A partir de este jueves, la vida de este cocodrilo será diferente. Llevará una dieta balanceada que incluirá carne de res, pollo, roedores y suplementos alimenticios.
Además, los expertos observarán su comportamiento y determinarán si puede convivir con otros animales.
Una vez "en forma", Chuy podrá nadar en el estanque y convivir con Luisa, una hembra de su especie y edad con la que las autoridades del zoológico pretenden aparearlo.
"Después del período de adaptación, porque hasta donde tengo entendido el animal nunca había nadado, que agarre más fuerza, que se sienta a gusto en su nueva casa, no consideramos que tenga problemas para aparearse", dijo el jefe del herpetario.
Su traslado al zoológico fue seguido minuto a minuto por decenas de medios locales. Las cámaras estaban atentas al reptil que permanecía inmóvil, con el ocico amarrado, antes de que fuera metido en una caja de madera cerrada.
"No está domesticado, parece que no acepta mucho el contacto humano, sin embargo, es difícil evaluarlo porque los cocodrilos son animales estoicos, no demuestran su estado de ánimo. Ahora parece estresado, pero después estará mucho más a gusto en su nuevo hogar", dijo Espinoza.
Seis personas lo sacaron para depositarlo en su albergue temporal. Cuando le quitaron la mordaza, el cocodrilo casi no se movió y así permaneció por varios minutos, antes de meterse al agua.