Publicidad
Publicidad

Brasil teme por una votación sobre la explotación del Amazonas

Organizaciones ambientalistas temen que una nueva legislación ponga en riesgo los logros de reforestación en el territorio brasileño
mar 13 marzo 2012 02:08 PM
Una zona es deforestada en Argentina para cultivo de soja
GET. Deforestación Una zona es deforestada en Argentina para cultivo de soja

Brasil se encuentra en una encrucijada en sus esfuerzos por preservar la selva tropical del Amazonas, mientras que el gobierno considera aprobar una legislación controversial del uso de suelo.

La mayor parte de la década pasada ha habido una dramática reducción en el porcentaje de deforestación, dándonos un modelo a seguir de cómo podemos combatirla en otras áreas con selva tropical como Indonesia y Congo.

La selva tropical del Amazonas cubre un área enorme, casi la mitad del largo de Estados Unidos y el 60% se encuentra en el territorio brasileño.

Se estima que una quinta parte de la selva de Brasil se ha perdido desde 1970. Las cifras del Instituto de Investigación del Espacio de Brasil (INPE) muestran que un 4.1 millones de kilómetros cuadrados de la selva de Brasil aún estaban de pie en comparación con los 3.35 millones de kilómetros cuadrados de hoy.

Como muchas naciones en desarrollo, existe presión de los intereses comerciales y agrícolas en el medio ambiente natural.

De acuerdo con el INPE, en 1995, casi 30,000 kilómetros cuadrados se talaron, es un área del tamaño de Bélgica o del estado americano de Maryland, pero para el 2011 las pérdidas se redujeron a solo 6,000 kilómetros cuadrados.

Publicidad

El ministerio del medio ambiente de Brasil reconoce que su éxito es una combinación del apoyo para actividades sustentables y el monitoreo vía satélite en tiempo real de las regiones de la selva, lo que permite ubicar operaciones ilegales con agentes extra.

Pero a los ambientalistas les preocupa que estos resultados, tomados por el eficiente uso de la tecnología junto con el deseo político para desacelerar la deforestación, podría estar en riesgo por una transformación del Código de la Selva de Brasil.

“Los cambios en el nuevo Código de la Selva reducirán esta protección. Combinada con la fuerte presencia de los ruralistas en el Congreso, congresistas ligados al sector agrícola, hay una buena razón para preocuparse por el futuro de la selva en Brasil”, dijo Jessica Miller, de Greenpeace de Brasil.

El poder del cabildeo a favor del sector rural es reconocido por los cercanos al gobierno de Brasil, pero los temores sobre el medio ambiente también son rechazados.

Luis Antonio Carvalho, consejero especial de la Ministro del Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira, dijo que “es cierto que los representantes del caucus rural tienen mucho poder, todos lo saben. Mucho del PIB proviene de la agricultura y del ganado de Brasil. Es un sector de gran importancia para el país.

“La nueva propuesta incluye todos los requerimientos del gobierno. Propone regulaciones para restaurar la tierra, incluye componentes como el interés social, utilidades públicas y un bajo impacto ambiental.

“Pero yo pienso que es la mejor propuesta que pudo resultar para ambas partes. Grupos de ambientalistas están preocupados, pero el caucus rural, por el otro lado, también lo está. Entonces está claro que ninguna parte estará completamente satisfecha con cualquier código que apruebe el gobierno”.

Carvalho dijo que los granjeros deben de conservar el 80% de su tierra de selva, podrán talar el 20% y podrían tener que usar un poco de su tierra para reforestación.

Pero los granjeros están preocupados por el futuro de sus negocios y se inclinan a modernizar el código existente, que tiene fecha de 1965.

Nadie del cuerpo de granjeros de Brasil, el CNA, quienes representan a 2,300 sindicatos agrícolas, estuvo disponible para manifestar su opinión, pero su sitio web pide un acercamiento balanceado que proteja la conservación y la producción de comida “porque esta producción depende del bienestar y el progreso de los brasileños”.

Proteger a la selva tropical ha atraído el apoyo de celebridades por más de dos décadas. El cantante de pop, Sting, y su esposa Trudie Styler, crearon la Fundación de la Selva Tropical en 1989 después de observar la destrucción de la selva tropical y su impacto en la gente indígena.

Tanto la Fundación de la Selva Tropical como Greenpeace, le han insistido a la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para que use su veto para bloquear el cambio en la ley.

Les preocupa la amenaza al gran rango de animales y plantas que se encuentran en el mundo de la selva tropical. Científicos de la Secretaría de la Convención de la Diversidad Biológica estiman que al menos dos tercios de todas las especies terrestres de la Tierra se encuentran en selvas tropicales.

No te pierdas de nada
Te enviamos un correo a la semana con el resumen de lo más importante.

¡Falta un paso! Ve a tu email y confirma tu suscripción (recuerda revisar también en spam)

Ha ocurrido un error, por favor inténtalo más tarde

Publicidad
Publicidad