Entre toneladas de basura, ciudadanos tienen un estilo de vida marginal
La basura, como se le conoce a todo tipo de residuos producto de la actividad humana, es un tema que hay que tratar y no enterrarlo, literalmente hablando. ¿Sabes a dónde van a parar las toneladas de materiales que sacamos de nuestras casas?
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, en México se generan más de 100,000 toneladas de residuos diariamente, ya que cada habitante produce al menos un kilogramo de desechos orgánicos e inorgánicos.
Detrás de la gran ruta del Circuito Mexiquense en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, el tiradero de basura a cielo abierto Neza II se delata por una incesante marcha de carretas tiradas por caballos y jinetes colmados de basura.
Aunque se dice cerrado desde noviembre de 2010, sus límites siguen abiertos al ingreso de toneladas diarias de residuos.
Basta caminar menos de un kilómetro y el paisaje del tiradero cobra relevancia: ahí se encuentra el color desbordado, los muebles viejos, las montañas de basura que se confunden con el ya visible municipio de Chimalhuacán y una organización a toda prueba. Desde el líder, el pepenador, el carretonero, el comerciante, el herrero, el vigilante, el caballo y el perro, todos ellos saben perfectamente qué papel tienen aquí entre toneladas y toneladas de desperdicios.
Espejo de una sociedad
La vida, aquí, inicia poco antes de las siete de la mañana. Llegan los primeros 'carreteros' a preparar a sus caballos y comienzan su migración a la zona urbana para recolectar la basura de las casas de la zona; el desfile marcha a gran velocidad, porque las carretas están vacías.
Durante el día, recorren casi 10 kilómetros. Y entre ese ir y venir de cargar basura, recibir la propina de casa en casa y descargarla aquí para salir de nuevo.
Las pláticas con dos de los líderes de las seis organizaciones civiles que trabajan aquí son sobre política, de intenciones, de promesas que siempre les han hecho y muy pocas veces cumplido.
La realidad ignorada
La producción diaria de basura en el Distrito Federal es de 13,000 toneladas y, considerando la Zona Metropolitana del Valle de México, de 20,000. De cada 100 kilogramos de basura producidos, solo 80 se recolectan (en esas condiciones); el resto termina en barrancos, ríos y terrenos baldíos.
Arnold Ricalde de Jager, director de la organización Organi-K A.C. y uno de los personajes que impulsó la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México, ofrece un panorama global de la situación:
“En la Republica mexicana solo se recicla y produce composta del 10% de los residuos, mientras que en países como Alemania y Austria se emplea el 60% de lo generado. El contraste y ejemplo lo pone, sin duda, Holanda, donde solo se confina el 3%, el 65% se recicla, y el 32% restante se utiliza para la generación de energía”, explica.
Desafortunadamente, este tema es uno de esos asuntos en los que la realidad no se quiere o no se puede ver, aunque es fácil sentir y casi imposible de ignorar: el olor, por ejemplo, anuncia y siempre da señales.
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