Un espectáculo multimedia muestra 50 años de explotación de la naturaleza
El claustro del Museo Interactivo de Economía por 12 minutos queda en la penumbra, y no por un fallo eléctrico sino para proyectar en sus cuatro paredes el video Capital Natural de México, una experiencia multimedia que muestra el estado actual de los ecosistemas del país.
Este video, producido por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), busca que los visitantes del museo se den cuenta de que los procesos económicos y sociales dependen directamente de los recursos naturales.
“Me parece que (el espectáculo) es un ingrediente feliz para este museo, y aunque la economía parece ser el centro de atención del desarrollo de todos los países, hace ver que si no tenemos un ambiente sano, equilibrado, con ecosistemas que funcionen, pues no vamos a poder tener lo demás”, señaló el doctor José Sarukhán, coordinador nacional de la Conabio.
El reporte Capital Natural de México –explica Sarukhán-, que también le da nombre al espectáculo, es una evaluación de los ecosistemas y la diversidad biológica del país y cómo han cambiado en los últimos 50 años, los factores responsables de esa modificación y como han afectado a la población mexicana.
Silvia Singer, directora del Museo Interactivo de Economía (MIDE), agregó que el espectáculo multimedia permite una experiencia interactiva que ofrece una nueva sensación sobre la riqueza de México.
“Como en otros proyectos del museo, como en todo el museo, realmente lo que buscamos es provocar un pensamiento distinto. A mirar las cosas diferente a como estás acostumbrado. Si logra sorprenderte o mover tu punto de vista, sembrar una inquitud, pues sentimos que hemos cumplido con nuestro trabajo”, dijo.
“Para poder lograr la sustentabilidad y la supervivencia en el planeta tenemos que balancear tres elementos: los procesos económicos, sociales y los de la naturaleza. Si no tomamos en cuenta estos factores es muy difícil llegar a la sustentabilidad”.
Un museo verde
El MIDE ha sido reconocido con seis premios nacionales e internacionales por ser el primero en su tipo que aborda la economía con este enfoque participativo. Además, adquirió 354 toneladas de CO2 equivalente, que representan el total de emisiones generadas por su operación durante 2010, a través de la compra de certificados de carbono.
“Lo que les tratamos de decir no es que quiten actividades que hacen diariamente, sino que lo vayan modificando para poder cuidar a nuestro planeta”, agregó Itzel Altamirano, del equipo que apoya a los visitantes a conocer los módulos interactivos del museo.
“Lo que nosotros tratamos de hacer es facilitarles la información, hacerla más digerida… Los niños, con ejemplos muy pequeños, puedan entender cómo cuidar al planeta, de igual manera gente más grande pues explicarles que lleva todo un proceso y darse cuenta de que nuestro planeta está sufriendo grandes consecuencias”, detalló Altamirano.
La sala Desarrollo Sustentable: economía, sociedad y naturaleza es la más reciente del museo, con apenas seis meses en operación. Esta compuesta por 18 módulos que incluyen desde pantallas táctiles, videos, dinámicas en grupo e incluso un jardín botánico.
“La sala plantea que el desarrollo sustentable es un objetivo que se mueve todo el tiempo. La realidad de hoy es diferente a la de ayer y diferente a la de mañana. Esta sala tiene que estar viva y tenemos a un grupo de personas dedicadas solo a su actualización y a traer nuevas cosas”, dijo Silvia Singer.
El espectáculo multimedia también muestra cómo hemos devastado la naturaleza y del peligro al que nos acercamos de no tomar las medidas necesarias como ciudadanos responsables.
“Hemos hecho muchas cosas mal, cuyos costos estamos ya pagando con todas las catástrofes que estamos pasando en el país y el mundo […] La cuestión es si vamos a ser lo suficientemente inteligentes y decididos para usar la información que tenemos hoy, para que ese costo sea el menor posible en el futuro”, advirtió José Sarukhán.
“Es una riqueza que no será tal mientras no la conozcamos bien, no la sepamos conservar y no la aprovechemos sustentablemente”.