El Fósil del Día reconoce a los menos comprometidos con la sustentabilidad
Los países que más obstaculizan las negociaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible Río+20 son "distinguidos" al final de cada jornada con el Premio Fósil del Día, cuyo último galardonado es Brasil, el anfitrión, según las organizaciones de la sociedad civil (OSC) autoras de la iniciativa.
El primer Fósil del Día en la Río+20 fue adjudicado el pasado jueves a Estados Unidos "por su compromiso... para no tener compromisos reales" y por "negarse a conceder nuevos fondos para iniciativas de desarrollo sostenible", señalaron las organizaciones promotoras del premio.
El Fósil del Día es tradicional en las negociaciones internacionales sobre medio ambiente y es adjudicado de manera cómica por una alianza de organizaciones ambientalistas agrupadas en la Climate Action Network (Red de Acción Climática) y por la campaña mundial TckTckTck.
El viernes, el premio fue para Canadá "por su oposición a la financiación de una economía verde y la obstrucción de las principales iniciativas para proteger los océanos y la pesca sostenible", entre otros pecados.
Argelia, como presidente del G77, recibió el Fósil del Día el sábado "por sus movimientos para hablar en contra del compromiso y la participación efectiva de la sociedad civil (entre ella las OSC) en la implementación del desarrollo sostenible".
Brasil, que el sábado pasado asumió la conducción de las negociaciones del documento final de la cumbre, para lo cual preparó un "texto consolidado" y resumido del borrador inicial, fue premiado el domingo, día en el que, según los organizadores, los diálogos estuvieron llenos de fósiles.
Según las organizaciones, Brasil obtuvo el primer lugar "por presentar un nuevo proyecto de texto débil" con el que parece que el país anfitrión "está perdiendo la oportunidad de ser una fuerza para elevar la ambición, la altura de las esperanzas y la confianza que el mundo ha puesto sobre sus hombros".
Este lunes se adjudicó un segundo lugar compartido a Arabia Saudita y Venezuela "por tratar de salvar subsidios perjudiciales a los combustibles fósiles", y a la Unión Europea, Estados Unidos y otros países desarrollados "por ir con los bolsillos vacíos a discutir planes que necesitan financiamiento".