Organizaciones critican un Río+20 con metas verdes poco ambiciosas
“Esta mañana yo soy todos los niños, soy sus hijos, soy 3,000 millones de jóvenes del mundo”, sentenció Brittany Trilford, una joven neozelandesa de 17 años que fue seleccionada para inaugurar la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20.
“Han realizado muchas promesas y aún así está en peligro nuestro futuro, nos quedamos sin tiempo rápidamente. Tendrán que decidir el futuro de sus hijos en 72 horas”, agregó la ganadora de la competencia Cita con la historia que lanzó la organización Tck Tck Tck .
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, pidió durante el evento de apertura de Río+20 un “pensamiento global y a largo plazo” al momento de votar los acuerdos. “Sabemos que el tiempo no está de nuestro lado”, dijo.
Durante el evento fue elegida la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, como presidenta de la cumbre, y al ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, como vicepresidente de la misma.
En busca del futuro
Los 193 países que participan en la Río+20 aprobaron este martes el documento que será presentado a los mandatarios que participarán en la cumbre que se este miércoles y que fue duramente criticado por las organizaciones civiles, informó Efe.
Con el visto bueno final de todas las delegaciones, el documento denominado El futuro que queremos quedó listo para ser presentado a los cerca de 100 jefes de estado o de gobierno que participarán en Río+20.
La Unión Europea, que en días pasados había considerado poco ambicioso el documento, aprobó el texto consensuado pese a que no recoge varias de sus demandas.
El texto acordado eliminó las partes que generaban más discrepancias, y lo redujo de 200 páginas a 49.
Perspectiva escéptica
Las organizaciones que participan en la Cumbre de los Pueblos, paralela a la Río+20, reaccionaron inmediatamente con duras criticas al documento aprobado.
"Río+20 se transformó en un fracaso épico. La Conferencia falló en términos de equidad, de ecología y de economía", afirmó el director de políticas públicas de Greenpeace, Daniel Mittler.
Para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), el documento está "lejos de ser satisfactorio desde cualquier punto de vista".
"Esta cumbre podría haber terminado antes de comenzar. Los líderes mundiales que llegan esta noche deben empezar de nuevo. Casi 1,000 millones de personas que padecen hambre se merecen algo mejor", alegó por su parte la organización Oxfam.
Documento sin polémica
Según diplomáticos brasileños, los asuntos más polémicos fueron arreglados con textos conciliadores y sin muchas especificaciones.
Las divergencias sobre el fortalecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), por ejemplo, fueron superadas con una nueva redacción que sin embargo no convierte a ese organismo en una agencia de medio ambiente como defendían los europeos, agregó Efe.
El financiamiento para los proyectos de desarrollo sostenible y la transferencia de tecnología era el tema más polémico. La creación de un fondo con 30,000 millones de dólares anuales fue descartado, pero el texto cita fondos de múltiples orígenes para no limitar la financiación y ayuda de los países ricos a los pobres.
En torno a la "economía verde", el documento reconoce que "existen diferentes abordajes, visiones, modelos y herramientas disponibles” para cada país. Algunos países, así como las organizaciones de la sociedad civil, consideran que la "economía verde" es una herramienta del capitalismo para apropiarse y comercializar los recursos naturales, como el agua y los bosques.
El texto fue elogiado por el secretario general de la Río+20, Sha Zukang, y por el canciller brasileño, Antonio Patriota.