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Una turbina navegante mantiene 'a flote' el potencial eólico mar adentro

Después de probar una turbina flotante mar adentro en Portugal, ésta demostró ser una solución viable para energizar a mucha gente
vie 29 junio 2012 10:49 AM

Dentro de poco tiempo, miles de hogares europeos podrían ser abastecidos con energía eléctrica generada por una granja elólica flotante, cuyo prototipo de turbina navegante es probada en las costas de Aguacadoura, en Portugal.

La estructura de 54 metros de largo se encuentra encima de una plataforma semisumergible conocida como 'WindFloat', ubicada a cinco kilómetros de la costa.

La hizo WindPlus, un consorcio de compañías de energía y tecnologías limpias que incluye a las empresas Principle Power, Energías de Portugal y Vestas.

El grupo espera que su principal proyecto ayude a tener el apoyo económico de la Unión Europea para fabricar otras cinco turbinas junto con el modelo ya existente, generando así una mayor producción eléctrica.

"La turbina (inicial) es capaz de producir 2 megawatts instantáneamente, en cualquier momento, dada la suficiente cantidad de viento", dice Alla Weinstein, directora ejecutiva de Pricipal Power.

"Esto equivale a darle servicio a unos 1,300 hogares. La producción acumulativa hasta ahora en Portugal ha sido de 1.7Wh (horas de gigawatt)", añade.

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A diferencia de las granjas eólicas marinas existentes y las turbinas submarinas, las estructuras flotantes no tienen que estar fijas al suelo oceánico de forma permanente.

En cambio, se quedan en su lugar por un ancla de arrastre, como los aparatos que se usan para amarrar las plataformas de petróleo a las profundidades del océano.

Esto quiere decir que las estructuras de WindFloat teóricamente pueden ser transportadas a cualquier lugar del océano en donde haya una fuerte fuente de viento, dice Weinstein.

Un cable submarino transmite la energía producida mar adentro. Los costos por transportar la electricidad aumentan mientras más lejos se coloquen las estructuras.

"Sentimos que la distancia ideal es que no se vea desde tierra, usualmente unos 20 o 30 kilómetros", dice Weinstein.

"Esta distancia mitiga las preocupaciones que puedan tener los interesados en el paisaje, pero también disminuye el exponerse a los exorbitantes costos de transmisión".

Weinstein resalta los bajos costos de construcción —la turbina WindPlus cuesta unos 24.9 millones de dólares, tanto construirla como instalarla— como una ventaja importante que su tecnología tiene sobre las ya existentes granjas eólicas colocadas mar adentro.

El hecho de que las turbinas y sus plataformas puedan ser armadas en tierra —a diferencia de los aparatos que se tienen que armar en el fondo del mar por una nave especial y cuyo mantenimiento diario cuesta 250,000 dólares— quiere decir que "el perfil de costo y riesgo se reduce significativamente", dice ella.

Pero mientras Weinstein alaba el potencial de la tecnología, también admite que aún queda un largo camino por andar antes de que las turbinas flotantes se conviertan en negocios rentables.

La estructura inicial afuera de las cosas de Portugal es una mera instalación piloto para probar que el aparato funciona y que es viable, dice Weinstein.

"Por el momento estamos haciendo dinero pero no lo suficiente para cubrir nuestros costos", acepta ella.

"No tengo duda de que aunque esta será una tecnología e iniciativa redituable en el futuro. Simplemente toma tiempo".

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