La 'ciudad urbana' en el fondo del mar, cómodo hogar de peces en Cancún
Con paredes y techos adapatados a cada especie de pez, el "arrecife urbano" del artista británico Jason de Caires Taylor fue instalado dentro del Museo Escultórico Subacuático de Cancún (MUSA) para ayudar a la conservación de la biodiversidad marina.
"La idea es hacer un arrecife artificial. Hice las casas con la ayuda de biólogos del Parque Marino Nacional y las adaptamos para que las diferentes especies puedan vivir en ellas", explicó el escultor.
La obras de Jason DeCaries buscan fomentar la conciencia ambiental, promover el cambio social y apreciar la impresionante belleza natural del mundo submarino.
Aunque por fuera las casas parecen como cualquier vivienda habitada por humanos, en realidad están hechas de un cemento especial. Por dentro, cada una de ellas está adaptada para las distintas especies marinas, con habitaciones construidas de forma particular para que se sientan atraídas y comiencen a vivir ahí.
Por ejemplo, hay una para crustáceos como las langostas, que prefieren espacios planos en donde puedan escalar, y para los peces a los que les gustan los espacios grandes y oscuros se ha construido una especie de cuevas, explicó el escultor.
Las construcciones se encuentran dentro del Parque Marino Nacional, en el MUSA , que fue construido hace dos años, tiene casi 500 esculturas a tamaño natural bajo sus aguas y cuenta con dos "salas de exhibición" conocidas como "Manchones" y "Nizuc".
El objetivo del artista británico y de los creadores del museo es que las esculturas se integren al fondo marino hasta el punto en que los corales se peguen a ellas.
"Estamos teniendo muy buenos resultados y estoy comprobando que cada año hay más y más corales, por lo que nos está yendo muy bien", aseguró Jason.
"Tenemos muchos peces, no están perfectamente colocados ni hay uno de cada especie, pero ya hay muchos viviendo allí", aseguró el escultor, quien explicó que para construir las casas se dedicó a la observación, a ver el hábitat marino y las áreas que los animales prefieren.
"La idea es que se convierta en un lugar para vivir, un arrecife con muchas criaturas, pescados y corales viviendo todos juntos, eso sería lo bonito", apuntó DeCaires.
El principal objetivo del museo, impulsado por la Secretaría del Medio Ambiente de México y la Asociación de Náuticos de Cancún, es proteger la barrera de arrecifes de coral frente a las costas de Cancún, que ha sufrido daños importantes debido a embarcaciones, huracanes y la presencia de miles de turistas que practican el buceo en la zona.
"La idea es crear este parque subacuático para que los visitantes se alejen de los arrecifes naturales y no haya personas a su alrededor haciendo 'snorkel' o buceando y molestándolos. Alejamos a esas gentes de esos lugares y las traemos aquí a estas áreas controladas", explicó.
Dada su ubicación subacuática, a cinco metros de profundidad, el museo se visita haciendo snorkel o submarinismo, aunque De Caires aseguró que también puede visitarse dentro de un submarino del que dispone el parque.
Cada año visitan el Parque Marino Nacional unas 750,000 personas y unas 200,000 acuden a ver el museo que tiene esculturas de otros artistas, además del británico, aunque siempre supervisadas por DeCaires, quien es el director de arte del museo.