Unos 3,000 renos serán sacrificados en la Antártida para salvar un hábitat
Unos 3,000 renos que viven en una isla cerca de la Antártida serán sacrificados para detener el daño al entorno que provocan los descendientes de un diminuto rebaño introducido hace un siglo por balleneros noruegos como fuente de alimento.
Un equipo de 16 personas, en su mayoría pastores lapones de renos, ha llegado a Georgia del Sur, un territorio británico en la región, y está preparándose para reunir y sacrificar a todos los renos en una isla donde viven pingüinos y focas y que no tiene rumiantes nativos.
"Los renos se han vuelto muy destructivos", explicó Reidar Andersen, director del Inspectorado Noruego de Naturaleza, que supervisa el equipo. De forma natural, los renos viven solo en las regiones ártica o subártica, en el otro extremo del globo.
Los animales han devorado plantas nativas como la hierba tussac, causado erosión, y suponen una amenaza para los pingüinos rey de Georgia del Sur y aves locales como la bisbita y el pato jergón, porque destruyen sus nidos.
El equipo ha trabajado esta semana levantando vallas y un corral para los renos, según tradiciones laponas, dijo Andersen.
La mayoría de los renos serán sacrificados con un golpe de arma aturdidora en la cabeza. Los que se encuentran en zonas remotas o cerca de pingüinos que puedan verse afectados por renos en estampida serán abatidos con rifles. Es probable que el proyecto dure dos veranos australes.
El reno forma parte de un problema de especies invasoras, animales o plantas que toman nuevos hábitats , como los conejos europeos en Australia o la carpa asiática en los ríos estadounidenses. Las plagas invasivas pueden contagiar enfermedades y afectar la producción de alimentos.
Una estimación realizada hace una década ponía en 1.4 billones de dólares el daño global que causan estas especies, resaltó Geoffrey Howard, coordinador global de especies invasoras en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en sus siglas en inglés).
"Es casi imposible conocer el coste", dijo por teléfono desde Nairobi. "¿Cómo determinas cuánto vale un tejón, o el valor de un elefante?", agregó. La IUCN agrupa a Gobiernos, científicos y organizaciones ecologistas.
El sacrificio de los renos en Georgia del Sur es "la clase de acciones necesarias de vez en cuando para corregir errores previos", comentó Arild Skedsmo, del grupo ecologista World Wide Fund for Nature (WWF), señalando que Noruega también debería trabajar para librarse de sus cangrejos rey, introducidos en el país desde el Pacífico, y las picéas de Sitka, coníferas traídas desde Norteamérica.
Erradicar a los renos es el preludio para la más dura campaña por librar a Georgia del Sur de las ratas, que llegaron como polizones hace 200 años en barcos de cazadores de focas. También las islas francesas de Kerguelen, cerca de la Antártida, tienen grandes rebaños de renos, de origen sueco.
Andersen señaló que la carne de reno se transportará a las Malvinas, que tiene una población de unas 3,000 personas. La esperanza es que se venda allí a los locales y a los cruceros que pasan por las islas.