¿Cómo matar a un elefante?, en África los cazadores recurren al cianuro...
En Zimbabwe envenenaron a más de 80 elefantes con cianuro, por lo que son las víctimas más recientes de los cazadores furtivos , ávidos de satisfacer la demanda mundial de marfil comercializado de forma ilegal.
Desde mayo han sido encontrados 87 cadáveres de elefantes en el Parque Nacional de Hwange, señaló Caroline Washaya-Moyo, gerente de relaciones públicas de la Autoridad de Administración de Parques y Fauna Silvestre de Zimbabwe.
Los cazadores envenenaron unos depósitos naturales de sal para derribar a las poderosas bestias, anunció Washaya-Moyo este miércoles.
La autoridad de parques ha recuperado hasta ahora 51 colmillos, dijo, lo que deja 123 aún en manos de los contrabandistas.
El nuevo ministro de Medio Ambiente de Zimbabwe, Saviour Kasukuwere, dijo a CNN que promovería la implementación de sanciones más estrictas para eliminar el contrabando de raíz en la nación africana rica en fauna.
"Esa será una de mis misiones ante el nuevo Parlamento en vista del reciente caso de elefantes envenenados por parte de los contrabandistas", dijo Kasukuwere, quien visitó el parque hace 10 días para ver el impacto que tuvo el envenenamiento.
El mes pasado, las autoridades arrestaron a cinco sospechosos de contrabando luego de que se encontraran 41 elefantes muertos en el parque, que se encuentra a unos 800 kilómetros al suroeste de Harare, cerca de la frontera con Zambia. El resto de los cadáveres fueron descubiertos después, explicó Washaya-Moyo.
Tres de los detenidos han sido condenados y recibirán su sentencia esta semana, dijo. Aún hay dos investigaciones en proceso.
Un llamado a una acción más firme
La Fuerza de Trabajo de Conservación de Zimbabwe es una organización que combate el contrabando y señaló que las recientes muertes de elefantes podrían haberse evitado si el gobierno de Harare fuera más estricto con los convictos por contrabando .
"Es necesario que les den condenas extensas de prisión. Si así fuera, ya no lo harían más", dijo el presidente de la organización, Johnny Rodrigues.
Acusó al gobierno de Zimbabwe de no hacer lo suficiente para atrapar a los contrabandistas y dar la impresión de que el país tiene más elefantes de los que puede mantener.
"Quieren que la CITES les permita vender el marfil que tienen almacenado y piensan que lo lograrán si hay demasiados elefantes en el país", dijo Rodrigues, haciendo referencia a la Convención Sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas.
La CITES, también conocida como la Convención de Washington, busca garantizar que el tráfico internacional de especímenes de fauna y flora silvestre se mantenga al mínimo para evitar poner en peligro su existencia.
Rodrigues calcula que la población de elefantes del país es de unos 35,000 ejemplares, mientras que Washaya-Moyo dijo que era de unos 45,000.
El uso de cianuro podría tener un impacto mayor, dijo Rodrigues. "Cuando otros animales se alimenten de los cadáveres de los elefantes en descomposición, también morirán envenenados. Ahora hay cientos de animales en riesgo", sentenció.
La policía sospecha que podría haber más cadáveres no descubiertos en el parque, agregó.
La Autoridad de Administración de Parques y Fauna advirtió que los grupos de contrabando de fauna que operan en Zimbabwe "son más sofisticados y es necesario contar con respuestas adecuadas para lidiar eficazmente con ellos".
'Mueren en cantidades récord'
El Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW, por sus siglas en inglés) y el grupo conservacionista del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) señalaron que el reciente auge del tráfico ilegal de marfil ha tenido como consecuencia la muerte de 30,000 elefantes africanos al año durante los últimos años.
El IFAW publicó en junio un importante estudio sobre el tráfico ilegal de fauna, en el que calcularon que un elefante muere a manos de los cazadores furtivos cada 15 minutos en promedio.
"Mataron a los elefantes por su marfil en cifras récord durante 2011 y 2012; algunas subespecies de rinoceronte se extinguieron o están al borde de la desaparición", señalaba el estudio.
" Los cazadores matan regularmente a los guardabosques y en algunos de los países más pobres del mundo la fauna se ha reducido drásticamente a causa del mercado negro de animales silvestres y sus productos. Mientras tanto, las ganancias que arroja el tráfico ilegal de fauna se han disparado a niveles que anteriormente estaban reservados al tráfico legal de metales preciosos. Los grupos delictivos y violentos de todo el mundo se han vuelto los principales actores que aprovechan este negocio mundial".
La demanda en Asia y Estados Unidos
Gran parte de la demanda de marfil, así como de cuernos de rinoceronte, está en Asia, particularmente en China, en donde estos artículos son utilizados en la medicina tradicional y para artesanías, señaló el reporte.
El estudio considera que Estados Unidos es el segundo destino mundial de la fauna comercializada ilegalmente, seguido de la Unión Europea.
Las autoridades estadounidenses se manifestaron en contra del tráfico ilegal en las últimas semanas.
La secretaria del Interior, Sally Jewell, anunció este mes que los inspectores de fauna confiscaron casi seis toneladas de marfil de elefantes, que serán destruidos para destacar el asunto.
"La creciente demanda de marfil alimenta una renovada y horrible masacre de elefantes en África que amenaza a la población que queda en el continente", dijo Jewell.
"Trabajaremos agresivamente con los departamentos de Justicia y Estado, así como con las agencias de seguridad internacionales, para obstaculizar y perseguir a los criminales que trafican el marfil. Exhortamos a otras naciones a unirse a nuestro esfuerzo".
El inventario de marfil —que incluye colmillos enteros, así como piezas talladas más pequeñas y joyería— ha sido guardada en un sitio seguro en Colorado, en donde será triturada y destruida el próximo mes. En Estados Unidos, el comercio de marfil está prohibido desde 1989.
La Fundación Clinton también colabora con los grupos conservacionistas para combatir la caza e intentar detener el horrible comercio de colmillos al combatir, así como informar a los consumidores para que dejen de comprar marfil.
Chelsea Clinton escribió el mes pasado que la caza furtiva de elefantes ha llegado a niveles alarmantes y es un tema que tiene repercusiones para la sociedad mundial.
"Esto no es solo un desastre ecológico: también es una amenaza económica y de seguridad", dijo. "El turismo, fuente vital de ingresos para muchos de los países más afectados de África, está en peligro si se pierden poblaciones de las reservas de fauna".
"El mercado negro es la cuarta actividad delictiva más lucrativa internacionalmente, después de las drogas, el contrabando y el tráfico de personas".
Laura Smith-Spark escribió y reportó desde Londres y el periodista Columbus S. Mavhunga reportó desde Harare.