Un labrador y un cocker, los olfateadores de la caza furtiva en África
Los humanos han confiado en el asombroso olfato de los perros para detectar el peligro, ya sea en forma de bombas o drogas. Ahora, nuestros amigos cuadrúpedos también ayudan a combatir la caza furtiva.
Conoce a Lumi y a Cooper, dos canes animados, motivados e innegablemente lindos que son los ayudantes más recientes del gobierno de Gabón, al occidente de África central, en la lucha contra el tráfico ilegal de fauna silvestre.
Los decididos rastreadores están entrenados especialmente para usar su nariz y detectar olores de especies amenazadas de animales y plantas, como el marfil, la piel de leopardo, aletas de tiburón, productos del arbusto iboga y carne de primate.
Los detectives de cuatro patas trabajan duro y están obsesionados con sus pelotas de tenis, su recompensa después de un hallazgo; regularmente trabajan en algunos puntos de revisión de Libreville, la capital de Gabón, y sus alrededores.
Acompañados por sus líderes capacitados, revisan el equipaje en el aeropuerto internacional y hacen revisiones en la estación del tren; olfatean los contenedores en el puerto de la ciudad y los despliegan en retenes para detectar olores dentro de los vehículos.
"Esos perros trabajarían hasta caer, harían cualquier cosa por conseguir su pelota de tenis", dice Ruth Starkey de la Sociedad para la Conservación de la Fauna, que brinda apoyo técnico a la Agencia de Parques Nacionales de Gabón (ANPN, por sus siglas en francés).
"Son extremadamente activos y están muy motivados… hacen rápidamente el trabajo de búsqueda que solía ser arduo. Los manejadores tienen que seguirles el ritmo y garantizar la seguridad de los perros".
Olfato de clase mundial
La directora y presidente de capacitación de Wagtail UK, la empresa de perros de detección que consiguió a Lumi y a Cooper para la ANPN, Louise Wilson, dice que la principal ventaja de los perros olfateadores es su capacidad para buscar rápida y eficazmente.
"Digamos que tienes 300 bolsas para que un equipo humano las revise; los humanos tendrían que abrir cada bolsa y revisar cada caja o artículo envuelto que contengan", dice Wilson. "Un perro no necesita hacer eso: un perro puede revisar fácilmente cada bolsa y dedicar tres segundos a olfatear cada una para detectar el artículo ilegal", agrega.
El coordinador de la unidad canina de la ANPN, Guy-Rostan Nteme, dice que además de acelerar las búsquedas, los canes brindan a los agentes de seguridad información invaluable que ayuda a mejorar la protección a los parques.
"Durante un operativo de búsqueda, el perro ejecuta la 'detección'", dice, " los agentes profundizan en donde al parecer encontró algo".
La imparable caza furtiva
Gabón, un hermoso país de la costa occidental de África, es un refugio para una gran variedad de fauna y flora. Cerca del 75% de este país está cubierto con un denso e inmaculado bosque lluvioso que alberga elefantes, antílopes, gorilas y numerosas especies de aves tropicales.
No obstante, recientemente ha aumentado la caza furtiva a causa de la creciente demanda de productos de marfil en Asia , que ha provocado el exterminio de muchos de los animales que pueblan los parques nacionales de Gabón. Los cazadores furtivos han masacrado a más de 11,000 elefantes desde 2004, según un estudio reciente.
"No es tan sencillo, no es un cazador furtivo que mata a un elefante, es algo mucho mayor", explica Starkey. "El crimen organizado interviene cada vez más y esto hace que el tráfico de marfil sea equivalente al tráfico de drogas, así que necesitamos usar métodos similares para combatirlo", agrega.
Lumi y Cooper
Al enfrentarse con esta impactante realidad, los ambientalistas empezaron a explorar formas innovadoras de abordar el problema.
En enero de 2012, las autoridades de Gabón invitaron a Wagtail UK a que realizara un estudio de factibilidad y a que evaluara si los perros podrían mejorar la tasa de detección de productos prohibidos en el país.
Unos meses después dieron luz verde al proyecto y asignaron a Wagtail UK la ardua tarea de encontrar en Gran Bretaña a dos perros que fueran aptos para el ambiente de Gabón.
A eso siguió un periodo de ocho meses de intenso entrenamiento.
Wilson dice que fue crucial encontrar perros muy activos que pudieran soportar el intenso calor; los animales elegidos también tenían que lucir poco agresivos, ya que trabajarían principalmente en espacios públicos, además de que tenían que sentirse cómodos al estar rodeados de personas que tal vez no estuvieran acostumbradas a manejar perros.
"Probablemente tuvimos que trabajar con unos 350 perros, si no es que más", dice Wilson.
Al final, eligieron a Lumi, un cocker spaniel color amarillo claro muy entusiasta, y a Cooper, un pequeño labrador color rojizo, más sereno e inteligente.
"A Cooper le gusta trabajar con un manejador, mientras que Lumi es un poco más independiente", dice Wilson. "A Lumi le gusta llevar al manejador a la zona en la que quiere explorar y no a la inversa", agrega. "Sus características son muy diferentes, pero como equipo funcionan perfectamente".
Resultados alentadores
El proyecto financiado por el gobierno inició operaciones a finales de abril, tras un curso de capacitación de tres meses para los manejadores de los perros.
Los conservacionistas dicen que hasta ahora los resultados han sido muy alentadores.
"Es más exitoso de lo que imaginé", dice Starkey. "No hemos hecho un hallazgo grande, como colmillos enteros ocultos en contenedores de transporte, pero constantemente encontramos pequeñas cantidades de marfil labrado, aletas de tiburón deshidratadas y carne de animales silvestres", agrega.
Además de los hallazgos, la existencia de la unidad de perros olfateadores motivó a los demás agentes a que hagan su trabajo con mayor rigor, explica Starkey.
Las autoridades señalan que planean extender gradualmente la unidad y desplegar 16 perros en los siguientes cinco o 10 años.
Hasta entonces, Lumi y Cooper seguirán olfateando para ayudar a salvar a los elefantes de Gabón y a otras especies amenazadas … y para poder jugar con su pelota de tenis.