Sabio y seductor de almas

Miguel Hidalgo y Costilla (1752-1811) contaba con una inteligencia superior a sus contemporáneos.
Hablaba francés, italiano, tarasco, otomí y náhuatl.
Estudioso de letras, artes, ciencia, economía, política y teología.
Era apodado “El Zorro” por su inteligencia para argumentar y resolver disputas.
Como párroco, fue solidario y caritativo con los indígenas, estableció talleres para desarrollar en ellos diversos oficios y llegó a pagar sus deudas.
Erudito, carismático y encantador, se ganaba el cariño y la admiración de quienes lo rodeaban.
Movido por sus ideales de libertad, abandonó el púlpito para invitar al pueblo a luchar por la Independencia.
Gracias al valor y el arrojo con el que encabezó la lucha los mexicanos lo ubican 200 años después como “el padre de la Patria”.