Con música, comida y una ligera ventaja, Del Mazo festeja su virtual triunfo
El panorama para el PRI fue muy distinto al de hace seis años, cuando Eruviel Ávila conquistó el gobierno del Estado de México con más de 60% de los votos y 40 puntos de ventaja por encima de su más cercano rival.
Para esta contienda, de acuerdo con el conteo rápido del Instituto Electoral mexiquense (IEEM), el priista Alfredo del Mazo Maza alcanzó entre 32.75% y 33.59% de la votación, apenas alrededor de dos puntos arriba de la otra puntera, Delfina Gómez Álvarez, de Morena, a quien se adjudica entre 30.73% y 31.53%.
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Sin embargo, lo cerrado de la elección y el que aún estén pendientes los resultados oficiales no impidieron que —poco después de que se dieran a conocer los números este domingo— Del Mazo asegurara que tuvo “un triunfo contundente” y que él y su equipo armaran una gran fiesta en la sede estatal del tricolor.
Faltaba poco para la medianoche y el movimiento crecía dentro de la casa priista, donde el objetivo era conservar una entidad que ha sido bastión del Revolucionario Institucional durante 92 años.
Ahí, en medio de música de mariachi y de banda y de comida para todos los asistentes, el priista llegó al lugar acompañado de su padre, Alfredo del Mazo González, quien fue gobernador de 1981 a 1986 y, a su vez, es hijo de otro exgobernador, Alfredo del Mazo Vélez (1945-1951).
Rodeado también por su esposa y por otras figuras del PRI y de su equipo de campaña —como su coordinador, Ernesto Nemer, y el representante priista ante el INE, Jorge Carlos Ramírez Marín—, quien espera convertirse en el tercer gobernador en su familia aseguró que su virtual triunfo se debió al respaldo de los ciudadanos.
Y en esa línea, exigió a sus rivales respetar los resultados “por el bien de México”.
“Los priistas volvimos a confiar, confiamos en nosotros mismos, en el poder de las propuestas y el convencimiento para construir proyectos ganadores”, dijo el también exalcalde de Huixquilucan, sonriente y vestido con el chaleco rojo que caracterizó su atuendo a lo largo de la campaña.
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Frente a un gran letrero rojo con la frase “¡Gracias! Ganamos los mexiquenses”, Del Mazo prometió formar un gobierno incluyente y aseguró que hará realidad sus principales promesas, como el “Salario Rosa” para jefas de familia y la reducción de la inseguridad.
“¡Sí se pudo, sí se pudo!”, respondían los simpatizantes a su abanderado, cuyo lema de campaña fue “Fuerte y con todo”.
Desde el templete, priistas locales y federales celebraban cada frase de Del Mazo, a pesar de que el conteo oficial de los sufragios comienza hasta el miércoles próximo, y de que el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ha advertido que no acepta las cifras del conteo rápido y afirma que quien ganó fue Delfina Gómez.
“Tenemos la razón. Ganó la maestra Delfina”, ha dicho el político de izquierda, mientras los otros contendientes, Josefina Vázquez Mota, del PAN, y Juan Zepeda, del PRD, reconocen que los números no los favorecen pero se quejan de que la elección fue inequitativa y tuvo intervención del gobierno federal.
No obstante, para los priistas estas opiniones no cuentan. Para ellos, los mexiquenses ya tomaron una decisión: que el gobierno del Estado de México —la entidad más poblada del país, tierra natal del presidente Enrique Peña Nieto, 'joya de la corona' de las elecciones de este año y territorio clave para las presidenciales de 2018— cambie de nombre pero no de partido.
