Chiapas, la manzana de la discordia que tensa la amistad entre el PRI y el PVEM

La relación entre el PRI y el PVEM, dos partidos que han sido aliados tradicionales desde 2003, vive un conflicto cuyo foco se ubica en Chiapas, único estado del país donde el Partido Verde tiene una gubernatura y donde ha construido su bastión.

El dirigente local del PVEM, Eduardo Ramírez Aguilar, renunció a su militancia este fin de semana ante lo que describió como una "imposición" del priismo para que uno de los suyos sea el candidato a gobernador de la coalición que competirá el 1 de julio. En este caso, el virtual abanderado es el senador priista Roberto Albores Gleason.

"Nosotros siempre planteamos en este momento ir separados. Porque lo he dicho públicamente, no somos iguales, no estamos cortados con la misma tijera. Somos diferentes, simple y sencillamente somos diferentes", dijo Ramírez Aguilar el domingo pasado durante un evento en Tuxtla Gutiérrez.

La ruptura se da a poco más de cinco meses de las elecciones para elegir a quien será el sucesor de Manuel Velasco, quien en 2012 dio al PVEM su primera gubernatura, en una elección en la que estuvo arropado por una alianza con el PRI.

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El inicio del conflicto

El conflicto en el PVEM inició el sábado, cuando 14 diputados locales renunciaron a su militancia en protesta por la decisión de su dirigencia nacional de "imponer" a un priista como candidato a suceder a Velasco.

Según los inconformes, como la diputada Dulce María Rodríguez Ovando, Ramírez Aguilar no fue tomado en cuenta en el proceso interno para definir abanderado.

Albores, al centro del jaloneo

A pesar de la situación, el PRI y el PVEM siguieren con sus procesos y recibieron el registro de Roberto Albores Gleason como precandidato a gobernador. El senador es hijo del exgobernador Roberto Albores Guillén (1998-2000) y presume tener el respaldo de los chiapanecos.

Este lunes, durante el acto en el que se registró como aspirante, dijo que aprecia al PVEM y que su eventual campaña estará abierta a todas las expresiones políticas.

Mientras tanto, la dirigencia nacional del PVEM señaló que la inconformidad en Chiapas es una situación "natural" en la "efervescencia electoral", y que buscará la vía para que la alianza con el PRI gane el estado otra vez.

"El diálogo no se agota, dentro del Partido Verde se siguen fortaleciendo las bases con total apego a un principio de democracia y participación, con el único objetivo de consolidar un instituto político más fuerte, mayormente representativo y al servicio de los ciudadanos", indicó en un comunicado.

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Los avisos previos

La crisis entre el PRI y el PVEM en Chiapas había estado latente por varios meses. En julio pasado, mientras el PAN y el PRD analizaban rutas para conformar un bloque opositor, un conjunto de 79 militantes pevemistas publicó un desplegado en el que llamaba a su dirigencia nacional a postular un candidato propio en la elección presidencial.

Uno de los argumentos de los firmantes era que el PVEM tenía solidez y que esto se reflejaba en su fuerza en Chiapas, donde gobierna en 57 de los 125 municipios.

El reparto de candidaturas también provocó tensiones en las elecciones de 2015, cuando a nivel federal se renovó la Cámara de Diputados, así como otros cientos de cargos a nivel local. En aquella ocasión, militantes del PVEM también acusaron al PRI de "imponer" a sus militantes en las postulaciones.

El 'guiño' de AMLO

En medio del distanciamiento entre priistas y pevemistas, el precandidato presidencial único de Morena, Andrés Manuel López Obrador, dijo que las puertas de su partido están abiertas para aquellos militantes del PVEM que hayan decidido renunciar a sus filas.

Este martes, López Obrador está de gira por Chiapas.

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