La meditación budista tibetana es una forma de explorar la conciencia
Muchas personas relacionan la palabra 'meditación' con poner la mente en blanco y cruzarse de piernas, pero dicha actividad involucra más que eso.
La meditación budista, en su definición más básica, es el cultivo de poderosos estados, atentos y concentrados, que permiten observar el surgimiento y extinción de todo tipo de eventos mentales, en particular de aquellas emociones y actitudes que generan sufrimiento, explica Marco Antonio Karam, director de Casa Tíbet México.
“Estos estados mentales, cuando son alcanzados, generan en la persona momentos constructivos o positivos. En otras palabras, la meditación tiende a enseñarnos a darnos cuenta de que nos damos cuenta”, ejemplifica.
En la tradición budista tibetana, existen dos técnicas para la meditación.
a) Shamatha (tranquilidad, paz o armonía): es la meditación de la estabilidad mental y se utiliza para el desarrollo de la atención y relajamiento de la mente.
b) Vipassana (visión cabal): es la meditación analítica y se emplea para cambiar actitudes destructivas por positivas, a través de un proceso de razonamiento e interiorización.
En cualquiera de las técnicas hay que iniciar con un relajamiento del cuerpo y descansar todos los pensamientos que estén transitando por la mente.
Se empieza haciendo respiraciones largas y profundas, para después hacerlo con normalidad, y así concentrarse en la forma en que entra y sale el aire por las fosas nasales.
Asimismo, no prestar atención a ideas, sensaciones o estímulos. Si se les ignora se desvanecen por sí solos.
Aunque existe una postura ideal para meditar, también se puede hacer si la persona se sienta con la espalda recta (sin esforzarse) y las manos sobre las rodillas, de manera que la respiración pueda fluir sin problema. Lo principal es que la persona esté cómoda y tranquila.
Es recomendable realizar la meditación unas dos veces al día. Al principio se puede realizar sólo una sesión por periodos cortos para no forzarse, porque causa distracción y somnolencia a aquéllos que no la practican regularmente.
Para la práctica, un lugar amplio, limpio, con luz intermedia y alejado del ruido proporcionará relajación.