Si hay algo impredecible en nuestra salud es la aparición de . Nunca sabremos a qué somos o seremos alérgicos hasta que tenemos una reacción.
Hay tres tipos principales de enfermedades alérgicas en el mundo: en primer lugar está la rinitis alérgica, le sigue el asma bronquial y por último la dermatitis atópica.
Algunas son más comunes en la población infantil, como la dermatitis atópica, que puede llegar a afectar a 10% de dicho sector, dice Jorge Maspero, alergólogo, inmunólogo y director de la Clínica de Investigación en Alergia, Inmunología y Medicina Respiratoria de la Fundación CIDEA, en Buenos Aires, Argentina. Sin embargo, no hay edad para estos padecimientos y contrario a la creencia popular, son para toda la vida.
"En la niñez, las alergias alimentarias y la dermatitis atópica son las más frecuentes; el y la rinitis alérgica afectan a gente de más edad", aclara el especialista argentino.
“La dermatitis atópica o algunos casos de asma se atenúan cuando el individuo crece, y pocos desaparecen. Pero siempre hay episodios eventuales en la etapa adulta. Y por ejemplo, la rinitis alérgica es más severa entre los jóvenes y los adultos”, agrega el especialista.
La rinitis alérgica es la crónica respiratoria más frecuente del mundo y sus síntomas son congestión nasal, estornudos, picazón de nariz y ojos, lloriqueo y secreción. Éstos pueden cursar de manera continuada o por algunas horas al día.
El asma bronquial transcurre con episodios de dificultad respiratoria, tos y silbidos, a veces de una gravedad alarmante. Según el doctor Maspero, este padecimiento “es responsable de 250,000 muertes por año en el mundo”.
Y en la dermatitis atópica aparecen brotes en distintas partes de la piel que pueden supurar o sangrar y formar costras negras.
El cuerpo lucha contra sí mismo
Una alergia sucede cuando el sistema inmunológico reacciona a sustancias inocuas que en la mayoría de las personas no causan ninguna respuesta.
El organismo cree que dicha sustancia inocua, el alergeno, es nociva, y para defenderse libera químicos como las histaminas, que provocan picazón, hinchazón, mucosidad, ronchas y otros síntomas de la alergia.
El polen, el pelo de los animales, el polvo, ciertos alimentos, medicamentos y picaduras de , pueden generar reacciones alérgicas.
De acuerdo con el doctor Maspero, “existe un componente hereditario en las enfermedades alérgicas, pero no hay manera de preverlas”.
Según el experto, la atención a estos padecimientos tiene que encaminarse directamente en la búsqueda del alergeno que causa la respuesta inmunológica. Para ello se inoculan los alergenos más comunes a nivel subcutáneo y se observa la reacción de la piel.
Existen varias opciones de tratamiento. Por ejemplo, la rinitis alérgica puede controlarse mediante inmunoterapia como se conoce a las contra alergias específicas.
También hay disponibles nuevos esteroides intranasales, hasta ahora la medicación más efectiva contra este padecimiento.
Uno muy reciente, de nombre furoato de fluticasona, fue autorizado por la Dirección de Medicinas y Alimentos Estados Unidos (FDA) en el 2007 y ha resultado más potente e igualmente inocuo que otros corticoesteroides ya existentes. Además alivia los síntomas oculares (ojos rojos, lloriqueo y picazón). Es efectivo en la terapia de niños y adultos, y a largo plazo no ha presentado efectos secundarios indeseados.