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Food 101: Buscando pistas en la cocina

Sea por salud, economía o placer, cocinar en casa se ha vuelto popular entre los adultos jóvenes
dom 20 junio 2010 11:04 AM
La cocina podría estar de regreso entre los jóvenes
GET. Cocina Jóvenes La cocina podría estar de regreso entre los jóvenes

Caras curiosas observan las clases en la cocina, donde la batería de ollas y sartenes cuelgan del techo y los cuchillos filosos brillan en el fregadero cerca de las espinacas y de los pimientos verdes. El curso de una noche, conocido como Food 101, está diseñado para ellos. Ellos son ineptos para la cocina,  no saben cómo picar una cebolla, y ni hablar de saltear una mezcla de verduras.

Jessica Clark, de 33 años, duda de sus habilidades en la cocina. Sabe cómo preparar un pollo a la parrilla, brócoli al vapor (y en algunas noches, arroz con frijoles negros de lata). A su novio le enferma comer siempre lo mismo en casa y ella está cansada de comer fuera.

“Hago lo que se me hace más fácil, y creo que no es mucho”, dice Clark, vestida con un mandil y con los dedos aún mojados de cortar tomates. “He evitado la cocina durante 33 años”.

Desde el célebre chef inglés Jamie Oliver hasta la primera dama Michelle Obama, una revolución de alimentos se prepara en Estados Unidos, un empujón para regresar al pasado, cuando era mucho más frecuente alimentarse con comida sana hecha en casa.

A pesar de los esfuerzos para llevar a los estadounidenses a sus cocinas, todavía existe un grupo de adultos entre los 20 y los 30 y tantos –como Clark ‑ que están negados para la cocina.

Irónicamente, este grupo han enriquecido su paladar durante sus viajes alrededor del mundo y pasan horas observando la preparación de platillos en programas de cocina y Top Chef, pero han fallado cuando entran en su propia cocina. No tienen utensilios en sus estantes llenos de cajas de plástico. Confían en el horno de microondas, restaurantes y menús para llevar para llenar sus estómagos vacíos. Simplemente, no pueden cocinar.

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“Muchas personas piensan, leen y hablan de comida, pero no saben como preparar algo”, dice Jennifer Berg, directora del programa Food Studies (Estudios de la Comida) de la Universidad de Nueva York. “Hay una desconexión increíble entre conocer y hacer algo”.

Nunca aprendí a cocinar

No se sabe exactamente cuántos jóvenes existen sin saber cocinar, pero es fácil encontrarlos. Solamente pregunte a alguien entre los 20 y los 40 años y se encogerán y dirán que no pueden cocinar –o señalarán a un amigo que no puede hacer nada.

Tienen muchas excusas para su incompetencia: “Mis amigos prefieren comer fuera… No me gusta limpiar la cocina… Es poco práctico cocinar para una sola persona… Estoy demasiado ocupado con mi trabajo como para cocinar… Vivo en una ciudad que ofrece muchas opciones económicas de restaurantes… Mi cocina en Nueva York es demasiado pequeña”.

“No sabía si quería burbujas grandes o pequeñas”, dice Sharita Robertson de Baton Rouge, Louisiana, recordando años atrás cuando un amigo le pidió hervir algunos huevos. Robertson nunca había hervido nada hasta que su amigo se lo pidió.

Admite que su mamá cocinaba durante su crecimiento, pero no sabe la razón por la que nunca aprendió.

“Nunca tuve que hacerlo”, dice.

Robertson, ahora de 30 años, tiene una niña de 7 años, pero pocas veces prepara algo más complicado que abrir una lata de salsa de espagueti y una caja de pasta. En una ocasión, trató de freír pollo, pero acabó con una ampolla horrible en la pierna.

Casi todo el tiempo, su mamá cocina para su hija.

Restaurantes, los alimentos procesados los invaden

Hay personas que no pueden cocinar, sin importar su edad. Pero Jennifer Berg, la experta del NYU Food Studies, tiene la teoría de que el grupo entre 20 y 30 y tantos años no puede cocinar, principalmente porque dependen de comida procesada que surgió en los 70’s.

Las botanas grasosas, las cenas congeladas, las sopas instantáneas llenan el mercado, reemplazando la cocina tradicional casera, tal como la hacían nuestras mamás.

Durante este periodo, el movimiento feminista creció enormemente, explicó Berg. Un estigma se desarrolló alrededor de las mamás que cocinaban comidas desde el principio. Estaban etiquetadas como 'amas de casa', dice Berg. Las clases de economía en el hogar ya no se usaban, lo que estaba de moda eran las mamás que salían a trabajar.

Y así, Berg dice que las mamás de esa generación de niños nunca les enseñó a cocinar.

Otra de las razones por las que la gente no sabe cocinar, y que algunos expertos en comida creen, es que la cultura de los restaurantes se apoderó de las familias americanas. En particular, las cadenas de comida rápida como McDonald's, Pizza Hut y Burguer King, que comenzaron a invadir casi todas las ciudades en EU.

De acuerdo al Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura, casi la mitad de los gastos en alimentos en las familias americanas en 2008, se designó a “comida lejos de casa” en 2008. En 1970, el 30 por ciento era invertido en alimentos fuera de casa.

“Si tienes un gran escenario, con tantas opciones económicas, entonces no necesitas necesariamente estar en tu cocina”, dice Amy Cao de 26 años, escritora de cocina y creadora del blog AmyBlogsChow.com “Cocinar ya no es una táctica de sobrevivencia”.

Cao admite en su blog que no sabe cocinar, a pesar de que su trabajo consiste en cenar y escribir sobre restaurantes en la ciudad de Nueva York. Su incapacidad para cocinar la inspiraron para llevar a cabo una serie de videos llamados “Stupidly Simple Snacks” (Botanas Estupidamente Sencillas) en su blog, en donde ayuda a no cocineros a aprender cómo preparar botana de forma rápida.

En uno de sus vídeos de tres minutos, se le ve incómoda en la cocina mientras enseña a sus espectadores cómo hacer una ensalada griega que sólo requiere poner tomates cortados, pepinos, aceitunas y queso feta en un tazón grande. Le cuesta trabajo utilizar el molino de pimienta, y luego añade casualmente vinagre balsámico y unos pellizcos de la sal.

Cao espera que una receta tan sencilla pueda ser atractiva para jóvenes como ella.

La gran guerra contra la obesidad

Estudios han demostrado que al comer fuera de casa normalmente se consumen más calorías que si se cocina en casa, lo que ha complicado la epidemia de obesidad.

Cerca del 34 por ciento de los adultos en EU son considerados obesos, definiendo que tienen un Índice de Masa Corporal de 30 o más elevado, de acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos. La epidemia de obesidad ha motivado a Jamie Oliver y Michelle Obama a realizar reformas en la alimentación.

“Si no sabes cocinar, no tienes otra opción”, escribe Oliver para CNN. “Estás forzado a una serie de malas elecciones y a una dieta de alimentos procesados… las habilidades de la cocina son habilidades de vida y son igual de importantes que saber manejar tu dinero”.

En la edición de marzo de la revista Newsweek, la primera dama Michelle Obama, quien ha emprendido la lucha contra la obesidad infantil, escribió sobre la falta de la cocina casera sana.

“Hace algún tiempo, en la época del crecimiento, llevábamos una vida que nos mantenía a la mayoría de nosotros en un peso bastante sano”, escribió. “Caminábamos al colegio todos los días, corríamos en el recreo y en el gimnasio, y comíamos en casa un plato que incluía vegetales en el plato”.

¿Volvemos a cocinar?

Algunos expertos en alimentos argumentan que en la década pasada renació el gusto por la cocina en adultos jóvenes, hombres y mujeres. En Internet se pueden ver jóvenes cocineros en los blogs escribiendo sus experiencias culinarias. El popular Food Netwook lanzará el Cooking Channel este mismo mes, un canal cuyo público objetivo es más joven.

Cao escribe en su blog que está tratando de aprender a cocinar por el bienestar de su salud y su cartera. Hace algunas semanas aprendió a hornear un pollo, luego de tres intentos.

Barbara Fairchild, editor de la revista Bon Appetit, dijo que notó que en los últimos años, las suscripciones aumentaron entre personas entre los 20 y 30 años de edad. “Cocinar está de moda”, dijo. “No es sólo para alguien con un acento francés de 70 años que viva en París. Se ha hecho mucho más incluyente”.

Regresando a la cocina-salón de clases de Cook’s Warehouse de Atlanta, al final de la clase sólo hay un dedo cortado después de haber hecho un ejercicio para aprender a picar verdura. El vapor de los recién hervidos vegetales sigue saliendo de la olla aún en el fuego. Un filete es asado en un sartén y se le añade una salsa casera. Los estudiantes están impacientes por disfrutar de una cena cocinada en casa.

Clark dice que se inspira en el curso. No más pollo y brócoli cocidos al vapor. Con algunas habilidades básicas, va a hacerles una cena a sus amigos, de principio a fin.

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