¿Puede una obra de arte o imagen generar pensamientos suicidas?

La nueva y brillante estación del metro de la capital rusa se llama Dostoevskaya, en honor al autor Fiódor Dostoyevski. Pero esa no es la noticia que está llamando la atención de la prensa internacional.
La estación de Moscú tiene un mosaico en escala de grises representando las historias de Dostoyevski, que son característicamente oscuras y violentas. Una imagen muestra al protagonista de Crimen y castigo asesinando a dos mujeres con un hacha, y otra muestra a un hombre apuntando su cabeza con un arma. Esta última no es la imagen central, es apenas una de varias representaciones de la obra del autor en las paredes.
Las imágenes han generado conmoción entre los profesionales de salud mental y los blogueros. La pregunta es: ¿la decoración del lugar puede estar incitando conductas suicidas?
Es, por supuesto, muy pronto para decir que eso sucede, pero tener una imagen de alguien con una pistola en la cabeza puede llevar a conductas suicidas, dice Madelyn Gould, psiquiatra de la Universidad de Columbia.
“Ciertamente no quieres hacer nada que tal vez pueda contribuir –en alguna manera- a que alguien pueda morir o suicidarse”, dijo Gould.
Imágenes de suicidio, ya sean en obras de arte, en cine o los medios de comunicación, pueden hacer que el acto sea más real para personas vulnerables que probablemente han estado sufriendo depresión u otras enfermedades mentales y que se siente estresados, dicen los expertos.
Algo como el mosaico de Dostoevskaya no es del todo malo ni bueno, pero puede afectar a las personas que están en riesgo de hacerse daño a ellos mismos, dijo Nadine Kaslow, psicóloga de la Universidad Emory.
“Para algunas personas puede ser una cosa adicional que los haga inclinarse hacia una dirección insegura”, dijo.
Quienes no se sientan perturbados mentalmente, probablemente no se sentirán afectados por este tipo de imágenes, agregó.
Imágenes de suicidio, tanto en ficción como reales, han sido señaladas como responsables por las muertes durante varios siglos.
Las desventuras del joven Wrether, una novela de Goethe publicada al final del siglo XVIII, fue relacionada con suicidios a los largo de Europa después de su lanzamiento, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El héroe se dispara porque no puede estar con la mujer que ama, y muchas personas que se quitaron la vida poco después de la publicación, lo hicieron de maneras similares.
Más recientemente muchos estudios han encontrado que los medios que informan de suicidios pueden llevar a que se imiten conductas suicidas entre los jóvenes que sufren de depresión y que pueden ser especialmente vulnerables.
Esa es la razón por la que grupos como la Asociación Internacional de Prevención del Suicidio le advierten a los medios para que no describan o muestren fotográficamente los detalles del método de suicidio, pues estos detalles e imágenes pueden incitar a otros a imitar el acto.
También advierten que idealizar o ensalzar los suicidios de celebridades que puede promover suicidios copiados.
Muchos estudios han investigado la reducción en cifras de suicidios con respecto a formas de prevención al bloquear los métodos o medios para hacerlo.
Pero los medios no detienen las motivaciones, y los expertos –como Kaslow- dicen que se debe reducir el estigma sobre los problemas mentales para que más personas obtengan la ayuda necesaria.
“Si reciben el tratamiento adecuado, no se sienten suicidas, y son menos propensos a suicidarse, y esa es la primera acción que debemos tomar”, dijo.