La mejor dieta para pacientes diabéticos: controlar el consumo de pan
Varios estudios lo tenían demostrado: las dietas con bajo aporte de carbohidratos simples, como el pan blanco, los cereales industriales, el azúcar, la miel o las frutas muy dulces, auxilian en el control de peso en pacientes obesos. Pero, ¿ayudan a manejar los niveles anormales de glucosa en sangre de los diabéticos?
En la penúltima jornada de la 46 Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes que se celebra en Estocolmo, el doctor Eric Westman y su equipo del Sistema de Salud de la Universidad Duke, Durham, Carolina del Norte, (Estados Unidos) presentaron evidencias de que las dietas bajas en carbohidratos también tienen un efecto benéfico en el tratamiento de la diabetes. Y lo hacen mediante un mecanismo que los especialistas llaman "supresión del apetito" o "control del hambre".
Para que la glucosa de los carbohidratos pase al torrente sanguíneo y luego entre en las células, el páncreas debe secretar insulina, que es su llave de entrada. Cuantos más carbohidratos consume una persona, más insulina necesita. Esto propicia picos de la hormona, que después origina "bajones" de energía y más apetito.
Los carbohidratos recomendados en estas dietas son aquellos que no causan picos de insulina, como los panes integrales , las frutas con menos aporte de azúcar y los vegetales. La glucosa de estos alimentos se incorpora en el torrente sanguíneo de manera paulatina, por lo que el organismo no tiene que hacer esfuerzos por secretar la hormona. Así, el páncreas no sobretrabaja y el control de la glucosa es más eficaz en el paciente diabético.
Ya antes de que los medicamentos contra la diabetes fueran una realidad, los médicos trataban a sus pacientes con estas dietas. Luego comenzaron a prescribir pastillas y regímenes alimenticios bajos en grasas o en calorías. El doctor Westman ahora es contundente: "Dados los resultados de la investigación en dietas bajas en carbohidratos, se puede concluir que pueden usarse en el tratamiento de la diabetes y el síndrome metabólico –una condición previa a la enfermedad que incluye obesidad y colesterol alto- y que incluso, podrían ser más eficaces que sólo los medicamentos".
Carbohidratos buenos y carbohidratos malos
Los carbohidratos de mayor índice glucémico son los menos recomendados en la nutrición del paciente diabético, como ha presentado en Estocolmo Westman, porque generan picos de insulina y a la larga, dificultan el control del peso y fomentan la aparición de daños orgánicos propios de la diabetes.
Entre esos alimentos están: la papa y el camote; el pan blanco, los refrescos, los postres endulzados con azúcar y el azúcar en general; las frutas como el mango, la sandía y la papaya; los cereales de caja sin fibra y los jarabes y mieles de todo tipo.
Los carbohidratos de bajo índice glucémico son la mejor indicación para evitar el desarrollo de la enfermedad o prevenir sus daños a largo plazo. Se trata de las frutas menos dulces como el melón, las fresas, las moras y los arándanos frescos; el pan integral; todos los postres endulzados con Splenda, Canderel o Stevia; los cereales integrales en porciones pequeñas y las verduras.