Helado: un pecado que ya no dañará al corazón
Comer helado es un regalo a la gula: el consumo implicito de grasas y colesterol convierten su ingesta en un atentado a las dietas saludables. Sin embargo, eso cambiará pronto, al menos en Argentina.
Científicos de la Universidad de La Plata desarrollaron helados de varios sabores que ayudan a reducir los niveles de colesterol y prevenir las enfermedades cardiovasculares, reportó la institución este martes.
Las cremas heladas, que saldrán a la venta en los próximos días en el país sudamericano, están enriquecidas con fitoesteroles y ácidos grasos omega 3 que no afectan su sabor, como así tampoco su consistencia y cremosidad, explicó en un comunicado la universidad.
Además, son libres de grasas trans industriales y son bajas en calorías ya que están elaboradas con leche descremada, apuntó.
El desarrollo, que llevó más de un año de investigaciones, fue realizado por especialistas del Programa de Prevención del Infarto en la Argentina (ProPIA) de la universidad, quienes elaboraron helados de limón, fresa, crema americana y dulce de leche.
"Cuando decidimos encarar este proyecto, partimos de una premisa clave: no podemos hacer que la gente deje de comer helados. Lo que sí podemos hacer es ofrecer un helado saludable", aseguró el director del ProPIA, Marcelo Tavella.
Para la comercialización de los productos, la universidad firmó un acuerdo con una cadena de heladerías de Buenos Aires, aunque esperan poder ampliar la venta a otras zonas del país, indicó el comunicado de la universidad, que ha desarrollado otros alimentos saludables, como galletas y aceites para freír.
Según datos de la Dirección Nacional de Alimentos de ese país, el consumo per cápita de helados oscila por año entre los 3.5 y los 4 kilos, un mercado que factura unos 200 millones de dólares anuales entre heladerías artesanales y el sector industrial.