Masticar mejor es la clave para no ser una máquina de eructos

Te presentamos varios remedios sencillos de cumplir para no convertirte en una máquina repetidora cada vez que te levantas de la mesa
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¿Cada vez que comes te conviertes en una máquina de eructos? ¿Cuál es el problema?

Comer muy rápido puede ocasionar eructos porque tragas aire en exceso mientras masticas tus alimentos.

La solución más fácil y práctica implica unos ligeros cambios en el estilo de vida.

Para mejorar el problema, organiza tu día para que tengas más tiempo para comer y come a un ritmo más tranquilo, concentrándote en masticar lentamente.

Con ello, reducirás la cantidad de gas en tu estómago. Además del beneficio de eructar menos, podrías comer menos, pues te darás cuenta de que estás lleno y dejarás de comer.

También podrías dejar de lado algunos hábitos y productos que inducen los eructos, como hablar mientras masticas, beber refresco, masticar chicle o beber con popote.

Pero cuidado. Si continúan los eructos después de haber reducido la velocidad a la que masticas y después de haber cambiado tus hábitos; si sientes una sensación de ardor en el pecho y en la garganta, o si notas que ciertos alimentos te ocasionan dolor de estómago, quizás tienes una úlcera o reflujo de ácido.

Visita a tu médico, quien muy probablemente te realizará un examen médico, incluyendo pruebas de sangre. Si tienes una , los antiácidos sin prescripción médica, los inhibidores de ácido, como el Zantac, o los inhibidores de la bomba de protones, como el Prilosec o el Nexium, pueden ser de ayuda.