Tal vez hayas oído hablar de la "hormona del acurrucamiento" o la "hormona del cariño". Se trata de la oxitocina, un químico cerebral que afecta al apego entre dos personas. Recibes una descarga de oxitocina de un abrazo, por ejemplo, debido a la .
Pero nuevas investigaciones sugieren que la oxitocina no tiene los mismos efectos en todo el mundo. Puede incrementar los recuerdos sociales, dice un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
El estudio, conducido por Jennifer Bartz, de la Escuela de Medicina Mount Sinai, observó a 24 hombres adultos. De antemano, los investigadores evaluaron cuánta ansiedad solían experimentar esos hombres en las relaciones cercanas en general, una medición llamada la ansiedad de apego.
En una sesión posterior, les aplicaron oxitocina en sus fosas nasales y luego les pidieron hablar sobre sus recuerdos de la niñez; en otra, tomaron un placebo.
A los hombres que sufrieron más los habían cuidado. Dijeron que recordaban sentirse menos cercanos a sus progenitoras durante la infancia.
Pero aquellos hombres que no mostraron ansiedad de apego reportaron más memorias positivas sobre el afecto y la cercanía con sus madres después de recibir oxitocina.
La idea central es que, junto con otros químicos cerebrales, ayuda a las personas a prestar atención a las señales sociales, y juega un papel en la codificación de esas memorias, dijo Bartz. Esa hipótesis todavía está en proceso de elaboración, dijo.
En otras líneas de la investigación, los científicos están observando los beneficios terapéuticos de la oxitocina en varios trastornos mentales. Estos resultados sugieren que los efectos de esta sustancia dependen del individuo y de la situación tratada, afirmó Bartz.
Se ha mostrado en diferentes estudios que .
"Si la oxitocina incrementa de alguna manera la atención de las personas sobre la información social de su ambiente, podría ser útil para aquellos que pueden tener menos disposición sensible a las señales sociales, como las personas con autismo", dijo Bartz.
La oxitocina ha tenido menos éxito en pacientes con trastorno limítrofe de personalidad, y los resultados de este estudio particular pueden relacionarse con eso, dijo Bartz. Puede "no ser útil para aquellos que son hipersensibles a las señales sociales" y que tienen ese efecto negativo al interpretar esas señales, como las personas con trastornos limítrofes de personalidad o con ansiedad de apego", dijo.
No obstante, este estudio observó sólo a 24 pacientes, todos hombres, por lo que serán necesarias más investigaciones para confirmar los resultados.